Anticipan una inflación de un dígito: "Es alentador pero insuficiente para las Pymes"
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicará hoy el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de abril. Tanto el Gobierno como consultoras privadas esperan que la inflación continúe su tendencia descendente y se sitúe en un dígito, después de cinco meses consecutivos con cifras de inflación en dos dígitos.
Al respecto, Juan López López, economista salteño, en diálogo con InformateSalta, aseguró que es muy alentador para la economía tener una inflación de un dígito, aunque aclaró que sigue siendo insuficiente para la pequeña y mediana empresa salteña.
"Se espera una inflación de un dígito, lo cual nos parece muy alentador, pero todavía es insuficiente para las PYMES"
En el ámbito macroeconómico, señaló que, aunque la baja inflación y el estancamiento del tipo de cambio del dólar son buenas señales, existen preocupaciones sobre un posible retraso cambiario que afecte la competitividad de los productos nacionales en el exterior.
También apuntó que la caída de la tasa de interés es otra señal positiva que debería traducirse en préstamos más competitivos para el consumo y la producción. "Hemos perdido un motor dinamizador de la economía, como es la obra pública, al estar la obra pública absolutamente parada, obviamente las economías regionales lo sienten y lo sienten mucho".
No obstante, aseguró que también podría desincentivar inversiones tradicionales como los plazos fijos y las billeteras virtuales, empujando a los inversores a buscar alternativas como bienes registrables y autos usados, cuyos mercados ganaron valor recientemente.
"Lamentablemente el plazo fijo y las billeteras virtuales ya dejan de ser atrayentes con este tipo de tasa"
Sin embargo, aclaró que los efectos positivos de la baja inflación no se reflejan en los precios de los alimentos, que siguen en aumento.
Según explicó, esto se debe a una desregulación por parte del Estado Nacional y a la falta de competencia en ciertos sectores, como el alimentario y el metalúrgico, donde pocos oferentes tienden a cartelizarse para mejorar precios y rentabilidad.