Hernán Lacunza explicó como es el "nuevo equilibrio social": Sin desempleo pero con salarios bajos
"Nuevo equilibrio social: sin desempleo explosivo, pero salarios bajos", así tituló Empiria Consultores, donde se desempeña Hernán Lacunza, un reciente informe sobre el mercado laboral argentino. El ex ministro de Economía sobre el final del gobierno de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal en la Provincia de Buenos Aires, destaca que el mercado laboral acentúa su nueva lógica para ajustar los desequilibrios. "Sin tasas de desempleo explosivas de dos dígitos (como en los ´90), pero con empleos de menor calidad (menos asalariados formales, más informales/no asalariados)", detallan.
Empiria dice que el indicador laboral más relevante, la tasa de empleo (los puestos de trabajo, la cantidad de ocupados sobre la población total) cayó, tanto comparada con la del tercer trimestre de 2023 (-0,5 p.p.) como con la del trimestre anterior (-0,4 p.p.), ajustada por estacionalidad. En tanto, la oferta laboral (tasa de actividad, los que tienen o buscan trabajo), bajó con respecto al trimestre anterior (-0,5 p.p.).
Como consecuencia de esa caída simultánea en la demanda y en la oferta, el desempleo quedó estable (-0,1 p.p.) en la comparación con el segundo trimestre, ajustado por estacionalidad, y subió a 6,9% (+1,2 pp) en términos interanuales.
Asalariados con ingresos más bajos
Lacunza dice que es "socialmente más sostenible". "No habrá un 15% de la población con ingreso cero, pero sí una proporción mayor con ingresos reales más bajos", apuntó. El quiebre, dice, se dio en la pandemia, en 2020: hasta allí la demanda crecía (tasa de empleo +0,6 p.p. entre 2017 y 2019) más lentamente que la oferta (tasa de actividad +1,4 p.p.), lo que explicaba el aumento del desempleo (+1,5 p.p. promedio entre 2017 y 2019).
Tras la pandemia, la creación de puestos de trabajo fue más rápida (tasa de empleo +2,6 p.p., de 42,4% a 45% promedio 2024) que la incorporación de trabajadores al mercado (tasa de actividad +1,9 p.p., de 46,4% a 48,4%), "suficiente para bajar el desempleo, pero a costo de menores salarios, menor calidad en la tipología contractual y la proliferación del empleo de plataformas y otras maneras informales de complementar el ingreso familiar", advirtió Empiria.
Si bien el empleo total creció, los datos del tercer trimestre exponen que los trabajadores no asalariados "desplazan" al tradicional empleo privado formal. Respecto a igual periodo del año pasado, hay 220.000 empleos más, hay 196.000 asalariados formales (privados + públicos) menos, más que compensados por el aumento de los no asalariados (404.000).
Simultáneamente, los salarios de los trabajadores registrados cayeron 11% interanual en términos reales (-5% salarios privados) y alrededor de 15% los ingresos de los trabajadores informales.
Desempleo y empleo, las miradas
"Que haya más gente empleada no implica (necesariamente) que haya menos desempleados. De hecho, hay, aproximadamente, 290.000 personas más que buscan activamente un trabajo y no lo consiguen comparado a un año atrás. Y, aun con una baja considerable en la tasa de desempleo versus el segundo trimestre, sigue habiendo más de 1,5 millones de desocupados", remarca la consultora de Lacunza.
Al interior, explica, la caracterización de los desocupados es desalentadora: de los 1,2 puntos porcentuales que aumentó interanualmente la tasa de desempleo, 0,5 puntos corresponden a personas que buscan trabajo hace más de un año, "signos de la complejidad en la reinserción al mercado laboral de desocupados cuyo último trabajo, probablemente, haya sido como asalariados privados no calificados u operativos".
No obstante, Empiria dice que también es cierto que bajó fuertemente la cantidad de desempleados que llevan menos de tres meses buscando empleo respecto al segundo trimestre y podría ser un indicio de un freno en el aumento del desempleo. O
Otro dato a tener en cuenta es el aumento de los subocupados demandantes de empleo (trabajadores que buscan trabajar más y no lo consiguen): si se suma a la variación interanual de los desempleados, se duplica la cantidad de personas (+600.000) que buscan trabajo (o más trabajo) y no lo logran. En el tercer trimestre había 1,8 millones de subocupados, que sumados a los desocupados, conforman 3,3 millones de personas con problemas de inserción laboral.
Más monotributo menos formal
La consultora de Lacunza destaca que más de la mitad (53%) del mercado laboral ya es informal o cuentapropista. "Hay más empleo (21,5 millones de ocupados, 221.000 más que hace un año) pero 49.000 menos que al cuarto trimestre de 2023", indicó.
Que haya más gente empleada no implica (necesariamente) que haya menos desempleados. De hecho, hay, aproximadamente, 290.000 personas más que buscan activamente un trabajo y no lo consiguen comparado a un año atrás. Y, aún con una baja considerable en la tasa de desempleo versus el segundo trimestre, sigue habiendo más de 1,5 millones de desocupados", remarca la consultora de Lacunza
Así, los asalariados públicos (nacionales + provinciales) casi estables (se mantuvieron en 3,4 millones, disminuyendo apenas en 14.000 puestos respecto al tercer trimestre 2023); mientras que hay menos asalariados privados formales (6,7 millones, que representan el 31% del total); y los asalariados informales se mantienen en 5,7 millones de personas, logrando resistir la caída de la actividad y ya representan más del 25% de los trabajadores.
Son 13.000 más respecto al tercer trimestre de 2023 y, 650.000 más respecto al cuarto trimestre 2019, el segmento más dinámico post-pandemia. Y los no asalariados, que tuvieron mayor dinamismo en el año, ahora alcanzaron el nivel de los asalariados informales. Los 5,7 millones de no asalariados se dividen entre los 3,2 millones de no asalariados registrados (monotributistas y autónomos) y los 2,5 millones de cuentapropistas no registrados. (El Observador)