“Ser inmobiliario no es un hobby”: la advertencia de una profesional salteña sobre los riesgos de la actividad ilegal
En tiempos donde las redes sociales y los grupos de WhatsApp parecen abrir puertas a todo tipo de negocios, una tendencia preocupa al sector inmobiliario: cada vez más personas sin matrícula ofrecen casas y departamentos como si fueran agentes profesionales.
Carina Núñez, operadora inmobiliaria matriculada salteña, lanzó una campaña para visibilizar el problema y marcar las diferencias entre la tarea de un profesional y la de alguien que lo hace de manera informal. “Ahora cualquiera es inmobiliario. Las mamis del cole, las compañeras de pilates, el tachero… Claro, es re fácil. Sacás un par de fotitos, mostrás la casa y listo. Millonaria en una semana”, ironizó en un video que circula en redes.
“No es un hobby, es una profesión”
Núñez remarcó que detrás de cada operación inmobiliaria hay años de capacitación, conocimiento de leyes, contratos, normativas vigentes y, sobre todo, la responsabilidad de acompañar al cliente en una de las decisiones más importantes de su vida: comprar o alquilar un inmueble.
“Esto no es un hobby. Ser inmobiliario implica estudio, actualización constante y cumplir con la legislación”, enfatizó.
Los riesgos de acudir a personas no matriculadas
Desde el sector advierten que confiar en alguien sin la formación adecuada puede derivar en estafas, contratos mal hechos o situaciones legales difíciles de revertir. “Lo barato puede salir caro, porque una operación inmobiliaria no es vender ropa o electrodomésticos, es un patrimonio”, insistió Núñez.
La campaña busca concientizar a la sociedad sobre la importancia de acudir siempre a corredores y operadores matriculados, para garantizar seguridad jurídica y respaldo profesional en cada transacción.