Justicia11/09/2025

Un año sin Jésica: “Se la extraña cada día, los niños preguntan cuándo volverá su mamá"

A un año de la desaparición de Jésica Elizabeth Gutiérrez, vista por última vez cuando caminaba hacia su casa en La Caldera, familiares y amigos se concentraron en las puertas de Ciudad Judicial para exigir que la causa no quede en el olvido.

“Ya un año desde que no sabemos nada de mi hermana, no tenemos pistas, no tenemos indicio de nada de qué le pasó el 11 de septiembre del 2024”, expresó visiblemente conmocionada María, hermana de Jésica, en diálogo con Sin Vueltas, el programa de InformateSalta.

La joven recordó con detalles el último encuentro: la cruzó al mediodía cuando salía a comprar y hablaron sobre el viaje del hijo mayor de Jésica. Esa fue la última vez que la vio. Al día siguiente, cuando fue a su casa, ya no estaba. "Voy a su casa y hablo como si ella estuviera presente, pidiendo permiso para entrar”, dijo.

Desde entonces, se realizaron decenas de rastrillajes, revisiones de testimonios y diferentes búsquedas pero sin pistas concretas. “Se detectaron algunos lugares para investigar, pero más allá de eso, no hay nada que nos indique qué pasó”, comentó.

Respecto a la posible vinculación de la ex pareja de su hermana, quien se quitó la vida días después de la desaparición, aclaró que no se encontró nada que lo vincule al caso. "Simplemente se investigó por lo que pasó después, pero no hay evidencia en su contra”.

Una herida que no cierra

El dolor se extiende a los hijos de Jésica: “Se la extraña muchísimo. Los niños preguntan: ‘Tía, ¿cuándo van a encontrar a mi mamá?’ Son chicos y esperan que su mamá los arrope y los lleve a la escuela”, contó.

La esperanza sigue viva

A pesar del vacío y la incertidumbre, la esperanza sigue viva. “Al no encontrar pistas de si está muerta, tenemos todavía la fe de que esté viva, en algún lugar, o que alguien la haya llevado. Si alguien la tiene, nosotros podemos resolverlo; estamos dispuestos a juntar lo que haga falta mientras esté con nosotros”, dijo.

La familia destacó también la solidaridad de la comunidad: “Se siente fuerza al estar acompañada por familia y vecinos. No nos afecta solo a los familiares más cercanos, sino a toda la gente que quiere ayudar a encontrarla”.

Finalmente, dejó un mensaje claro: “Si alguien la vio, que llame al 911, puede ser anónimo. Hay una recompensa de seis millones para quienes brinden datos certeros sobre su paradero. Más que nada, pedimos ayuda por sus cuatro hijos, que dependen de ella y la necesitan constantemente”.