Es deleznable valerse de los muertos para sumar votos
En un gesto que ya no sorprende, sino más bien evidencia desesperación, el ex gobernador, Juan Carlos Romero, se valió del dolor de Jean Bouvier y de otros padres de víctimas, para sacar algún rédito.
Pese a su condición de “fugitivo” de la justicia, Romero no reparó en tapar el sol con el dedo y prometerle a Jean Bouvier, padre de Cassandre, una de las turistas francesas asesinadas en la Quebrada de San Lorenzo, la reapertura del caso si es que es elegido gobernador.En una reunión gestada por el ahora senador nacional, Bouvier expuso su preocupación por el rumbo de la causa penal que la justicia provincial abrió y llevó adelante en busca de establecer lo sucedido con Cassandre y Houria Moumni, quienes fueron violadas y asesinadas a balazos en julio de 2011.
Por este hecho, el ex juez de Instrucción Formal 1, Martín Pérez, procesó a Gustavo Lasi, Daniel Vilte y Santos Vera, como los principales responsables del doble homicidio, caso que llegó a juicio entre marzo y junio del año pasado.
El juicio fue realizado por el tribunal de la Sala II del Tribunal de Juicio, integrado por los jueces, Angel Longarte, Carlos Pucheta y Bernado Ruiz, quienes resolvieron condenar a Lasi a 30 años de prisión y absolver a los otros dos acusados.
"Me comprometí ante el señor Bouvier a impulsar la reapertura de la causa de las turistas francesas porque está claro que después de la instrucción y del juicio que se realizó las dudas persisten, tal como además lo expresan las publicaciones y los libros que se conocieron luego del mismo, que marcan serias deficiencias en la investigación", sostuvo Romero en una nota publicada hoy por su diario.
Aunque Romero afirmó que la charla con Bouvier fue “cordial”, muchos jueces y abogados en la ciudad judicial dudan de ello, pues son conocidas las críticas de Bouvier hacia el juez Pérez, quien fue designado en ese cargo por el propio Romero a pedido de uno de sus ex funcionario más fieles: Gustavo Ferraris.
Al parecer, en la charla Romero no fue del todo sincero. No sólo por ocultarle a Bouvier que el responsable en designar a un juez incompetente para la investigación penal, como lo cree el padre de Cassandre, fue precisamente él.
Falsa promesaLo más grave, sin embargo, gira en torno a la promesa de la reapertura del caso, pues Romero sabe muy bien que ello es imposible hacer, al menos, por las vías legales, pues la sentencia está apelada por todos los defensores de los acusados y la querella, sin que hasta el momento el Tribunal de Impugnación haya resuelto dichas presentaciones.
Al margen del resultado que tengan estos planteos, lo que está claro es que la fiscalía, quien lleva la batuta acusadora, ya se pronunció en insistir con la culpabilidad de Vera y Vilte, como los otros dos cómplices de Lasi, con lo cual la posibilidad de reabrir la causa es prácticamente imposible, sea quien sea el gobernador.
Incluso si se optara por iniciar un nuevo proceso investigativo, el mismo debería surgir del Ministerio Público, puesto que desde que entró en vigencia el nuevo Código Procesal Penal, la dirección de la investigación penal se encuentra en manos de los fiscales.
Pese a ello, Romero no reparó en hacer promesas electorales imposibles de cumplir, al menos, de inmediato como aseguró hacerlo. Incluso fue más allá, pues también extendió la decisión de reabrir otras causas, como la muerte del comisario Néstor Piccolo y de las dos amigas que se suicidaron en barrio San Carlos, Yanina Nüesch y Luján Peñalba.
Con ello, Romero busca sumar también al grupo de Padres contra la Ia Impunidad, aunque no tuvo en cuenta que la viuda de Piccolo reconoció, a través de su abogado, que su esposo se suicidó, mientras que los padres de Nüesch, también reconocieron que Yanina decidió quitarse la vida.
Dicho esto, Romero, en tren de sumar votos, no sólo prometió destruir la reglamentación penal vigente sino doblegar la voluntad de los deudos, con lo cual dejó en evidencia que el dolor de los mismos no es preocupación suya, máxime, si las encuestas no lo favorecen.
Lejos de prometer justicia para otros, mejor le sería al ex gobernador, comenzar a cumplir con las numerosas citaciones judiciales que recibió a fin de prestar declaración indagatoria en las nueve causas penales que tiene abierta en su contra por delitos de corrupción estatal. Luego de ello, tal vez, Romero tenga algo de autoridad moral como para exigir justicia.
Fuente: www.informatesalta.com.ar