¿Por qué oculta Romero su mansión de Castellanos?
La respuesta es todo un enigma, sobre todo para alguien que pretende volver a gobernar Salta. Y de quien se espera absoluta transparencia, premisa que parece no ser tenida del todo en cuenta.
Para la justicia local, el silencio y excesivo celo de Romero por ocultar todo lo que tenga que ver con la mansión que posee en Castellanos tendría más que ver con la imposibilidad del ex gobernador, Juan Carlos Romero, en justificar dicho bien que con una cuestión de prurito personal.
La mansión, en definitiva, es considerada una de las más claras evidencias de las maniobras de corrupción que Romero cometió durante su tiempo como gobernador, tanto que la Fiscalía de Delitos Económicos Complejos imputó al senador nacional el delito de enriquecimiento ilícito.
A propósito, en los últimos días Romero evitó por segunda vez presentarse a indagatoria en esta causa. La cita era casualmente para que el ex gobernador justifique, entre otros bienes, la adquisición y construcción de su mansión, ubicada en Castellanos.
Al respecto, la fiscal penal, Mónica Poma, sólo ha podido establecer -mediante pedidos de informes a la Dirección de Inmuebles y otros registros de bienes- que la propiedad está registrada bajo las matriculas 131.957 y 131.958 con una superficie de 3.812 metros cuadrados.
La primera de estas matriculas, según las primeras investigaciones judiciales, alcanza una hectárea de la zona conocida como “Finca La Montaña” y fue adquirida por la sociedad JUCARO S.A. a un valor de 140 mil dólares en el año 1999 a la familia Patrón Costas.
Entramado societario
La segunda matricula, en tanto, fue adquirida por la firma Lomas Balcón S.A., constituida, según el boletín oficial Nº 17465, por Gustavo Ricardo Cinosi y María Cecilia Pérez de la Fuente.
Cinosi es un empresario con estrechos vínculos con el kirchnerismo, que llegó a Salta de la mano de Romero. La sospecha es que a cambio de prestarse para comprar las dos hectáreas restantes para la construcción de la mansión, el ex gobernador benefició a este empresario con jugosos negocios con el estado, entre ellos la explotación del Centro de Convenciones.
Pérez de la Fuente, en tanto, es una escribana que trabaja para Víctor Manuel Brizuela, ex escribano de gobierno, ex ministro de gobierno y ex interventor del IPV de Romero a lo largo de su gestión, por lo que su vínculo con el senador nacional está por demás probado. Pero por si existieran dudas, esta escribana aparece imputada junto al ex gobernador en varias de las causas penales abiertas por delitos de corrupción.
Las sospechas de la justicia en torno a la mansión de Romero se profundizaron al establecer que Cinosi y Pérez de la Fuente, con ingresos declarados por 30 mil y 15 mil pesos respectivamente, se asociaron para constituir Lomas Balcón S.A. con acciones por una suma de 25 mil pesos, de los cuales el empresario puso 22.500 y la escribana el resto.
Lo que más llamó la atención de la fiscalía fue que ambos socios estaban registrados como trabajadores autónomos, con una categoría de monotributo baja, como así también la inversión de dinero hecha sólo cubría, entre ambos, el 50 % de las acciones, sin saberse hasta después, quién era el dueño del resto.
Con estos antecedentes, de por sí irregulares, Lomas Balcón S.A. adquirió el mismo día en que se creó la sociedad, según escritura pública Nº 38 de fecha 7 de julio de 2006, la dos hectáreas que luego se sumaron a la adquirida por JUCARO S.A. previamente.
La compra de la propiedad se hizo por 750 mil dólares, dinero que Cinosi y Pérez de la Fuentes, con los antecedentes financieros mencionados, jamás podrían haber reunido. A menos, claro que el dueño del otro 50 % de las acciones de Lomas Balcón S.A., haya sido quien puso esa suma.
Hipótesis delictiva
Es aquí donde la fiscalía sospecha que quien pagó esa propiedad fue en realidad el ex gobernador. La pista principal que fundamenta esta hipótesis fue descubierta en los registros de bienes y sociedades, pues el 28 de junio de 2011, mediante escritura firmada por el escribano Brizuela, la sociedad adquirió formalmente el terreno.
Al año siguiente, en 2012, el ex gobernador Romero reconoció en su declaración jurada como senador nacional, ser el dueño del 90 por ciento de las acciones de Lomas Balcón S.A., lo que representa una suma de 1.192.700 pesos, con lo cual se comprueba, según la fiscalía, el nexo de Romero con su mansión.
Solamente el terreno de la mansión tuvo un costo de 890 mil dólares, de los cuales Romero reconoció 140.000 a través de JUCARO S.A. en 1999, mientras que el resto no lo reconoció sino hasta 2012. ¿Por qué tantas maniobras interpuestas? ¿Por qué Romero ocultó su nexo con Lomas Balcón S.A. por cinco años?, ¿Romero pagó o no los 750 mil dólares a través de Cinosi y Pérez de la Fuente? Son interrogantes que Romero, por ahora, se niega a responder.
Fuente: www.informatesalta.com.ar