#BolsasBiodegradables: Una estafa de los supermercados en Salta

A dos meses de la entrada en vigencia de la ordenanza sancionada hace 8 años por los concejales salteños, InformateSalta quiso conocer cuál es el costo real de las bolsas biodegradables ya que hoy se cobran y la iniciativa municipal indica sólo la prohibición, como una medida ambiental, de las bolsas “confeccionadas con materiales que no reúnan las características biodegradables, oxobiodegradables, hidrodegradables, o cualquier otro tipo similar”.

Además, es aplicada por la Secretaría de Ambiente municipal y cumplida “por locales denominados o clasificados como supermercados, hipermercados, shoppings, y comercios mayoristas o minoristas en general”.

En ningún lugar de la ordenanza, se establece la autorización para el cobro de las mismas a los usuarios, sino todo lo contrario, se trata de una iniciativa que debe ser cumplimentada por los establecimientos comerciales y en colaboración con el medio ambiente, pero no en perjuicio de los consumidores y con beneficios económicos para las grandes cadenas.

En este marco, InformateSalta pudo conocer que 1000 bolsas comunes tipo camiseta con material oxibiodegradable cuestan alrededor de $350, por lo que, cada una quedaría a un costo promedio de $0,34.  De esta manera, si tenemos en cuenta, que una cadena de supermercado no compra sólo mil bolsas sino que una cantidad quizás 20 veces mayor, el precio de las mismas disminuye.

Entonces, si una bolsa biodegradable representa un bajo costo para el supermercado, ¿porque cobrarla al doble o el triple al usuario? ¿No se trataba sólo de una medida para cuidar el medio ambiente? O ¿la letra chica indica que los comercios tienen que tener una ganancia?

Si tomamos los siguientes números,  si el promedio de bolsas que se entregaban antes de la medida era 650 mil y debido al cobro disminuyo el uso 70% según dijo desde la Secretaría de Ambiente, hoy se estarían vendiendo 200 mil bolsas a los usuarios al precio promedio de $0,60, los supermercados no tienen una pérdida sino una ganancia de 120 mil pesos por mes que multiplicado por 12 meses asciende a un millón y medio de pesos.

¿Y el servicio o ganancia para el usuario, dónde está?

En conclusión, nuevamente los acuerdos entre grandes empresas y los organismos municipales no logran el equilibrio para que todos salgan beneficiados cuando se quiere implementar una nueva medida. ¿Será que el usuario es el último escalón a beneficiar? Lo cierto que hace dos meses, el salteño debe realizar sus compras, sufrir los precios de la mercadería y encima el precio de la bolsa porque ya no es servicio sino un producto más a la venta.

¿No habrá otra manera de crear conciencia ambiental, fuera del paradigma premio/castigo para el consumidor y siempre beneficiando al supermercado?