Cargnello llamó a construir la "casa común" desde la Misericordia

En el discurso que ofreció durante la homilía de la procesión del Milagro, el monseñor Mario Antonio Cargnello instó a la comunidad salteño, y todos los argentinos en general, a seguir el camino de la Misericordia ofrecido por Dios, con el objetivo de construir una casa común, que una a todos los hermanos por igual.

En su locución, Cargnello reflexionó sobre trabajar por el prójimo, a partir de la lectura del Evangelio, que se trató de la parábola del 'Buen Samaritano'. "En nuestros tiempos, ¿quien es mi prójimo? Jesús nos responde con la parábola del Buen Samaritano: el que está a nuestro lado, el que habita nuestra casa común, este mundo hermoso y dramático, y el que lo habitará después, todo hombre es mi hermano".

Así, señaló la importancia de que, en el año del Bicentenario de la Independencia Argentina, transitemos el camino del diálogo que acorta distancias y tiende puentes. "Cada uno experimenta la necesidad de comprometerse como ciudadanos para construir cada día la casa común ,que nos incluya y tenga el olor de la vida familiar; en la multitud nos ignoramos, nos hacemos indiferentes, pero constituirnos como pueblo es compartir valores, descubrirse, comunicarse", afirmó.

Del mismo modo ,siguiendo la línea de la idea de una "cada común" entre todos, llamó a gobernantes, a educadores, a empresarios, a jóvenes, a padres y esposos, y a la iglesia, a contribuir por una sociedad mejor, pensando en mejorar el mundo y las relaciones con los demás, eliminando el "cáncer" que enferma la sociedad. 

También hizo un especial énfasis a los jóvenes y adolescentes, a evitar caer en el mundo de las drogadicciones. "El camino de la misericordia es un llamado para los jóvenes a no dejarse vencer por la vejez de un mundo que los inmola en un clima tóxico, en las adicciones, en un libertinaje sin destino ni emociones, en un exitismo sin futuro".