Cerrillos: Descontrol, alcohol y daños a la salida de la carpa Carnaval El Diablo

Vecinos del barrio Pinares denunciaron una batalla campal sobre la ruta 26. Hubo vehículos, móviles policiales y hasta un colectivo dañados.

Policiales 22/01/2018
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Las afueras de la carpa Carnaval El Diablo fue protagonista de nuevos incidentes, hace una semana una mujer resultó herida durante un despeje, anoche vecinos del barrio Pinares se instalaron en la comisaría para denunciar daños en sus vehículos y la Policía tuvo que intervenir en una pelea dentro de un colectivo al que le robaron hasta los martillos de emergencias.

Alejandra, una de las damnificadas contó a InformateSalta que estaba volviendo a su casa cuando quedó en medio de una batalla campal. “Esto ya es el colmo, cuando uno pasa se ve  borrachos, gente orinando en la calle, otros haciendo cosas impropias. Vendedores a un costado de la ruta, la gente se cruza como si nada y anoche me tiraron una piedra y se me rajó el parabrisas”.

Asustada dijo que ya no saben qué hacer por el nivel de violencia y descontrol en la zona, pidió que las autoridades intervengan. “Lamentablemente fue habilitado por la intendenta de Cerrillos, pero tienen que controlar eso”.

Las pesadilla inició alrededor de las una, cuando un móvil policial realizada un patrullaje preventivo en el estacionamiento de la carpa, en ese momento salió una chica de 28 años, borracha y les tiró una piedra rajando el parabrisas. Fue detenida, informaron desde Prensa de la Policía.

Minutos más tardes vecinos alertaban peleas sobre la ruta, donde varios autos quedaron dañados. En el lugar paró un colectivo del corredor 7, donde subieron alrededor de 50 personas alcoholizadas que comenzaron a generar disturbios.

El chofer les pidió que se detengan, pero lejos de eso siguieron peleando, cantando y gritando. En la avenida Pontussi, a la altura del barrio Sanidad I, se bajó un chico que arrojó una piedra al parabrisas y lo rompió.

Foto ilustrativa. 

Atemorizado el conductor de 33 años intentó continuar con el recorrido, pero los pasajeros alcoholizados comenzaron a romper los focos, se robaron los martillos de emergencia y fue allí que se dio el alerta al 911.

Cuando la policía llegó los violentos se negaban a bajar del colectivo y paradójicamente le exigían al chofer que suba y continúe el viaje, para poder controlar la situación tuvieron que pedir refuerzos. No hubo detenidos.

Preocupados los vecinos piden que hayan controles en la zona para evitar nuevos incidentes.

 

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