Una fotografía que lo dice todo, el tiempo con tus hijos vale más que las tareas del hogar

El día a día de una madre siempre está lleno de múltiples actividades y asuntos pendientes que tenemos que atender. Desde el cuidado de los hijos, hasta nuestras responsabilidades con ciertas tareas de la casa que nos obsesionan, ¿pero estas son más importantes?

Sociedad10/07/2018
Mamá y crianza
Foto Bebés y MasMadre con bebé en brazos

Una madre nos ha recordado, a través de una fotografía que ha tomado su hija, que lo más importante no es tener la casa ordenada siempre, sino el tiempo que compartimos al lado de nuestros hijos.

Esther Anderson es una mamá que se queda en casa, que tiene un blog llamado "Story of this life" en el que cuenta sus experiencias y vivencias como madre. Probablemente la recuerdes por sus divertidos vídeos, en los que comparte cómo es dormir con un bebé o lo complicado y gracioso que puede ser hacer las tareas de la casa con un bebé que desordena todo a su paso.

Recientemente compartió una foto en su página de Facebook, en la que podemos ver una escena que probablemente muchas encuentren familiar: el caos de tener niños pequeños en casa. En la imagen, Esther aparece al fondo, sentada en el sofá de su casa con su bebé en brazos, rodeada por la ropa que estaba tratando de ordenar.

Pero lo que más ha llamado la atención de miles de madres, no ha sido la fotografía en sí, sino el mensaje con el que Esther la ha acompañado, y que nos recuerda lo que es verdaderamente importante.

“El bebé estaba muy demandante, las niñas estaba peleando y yo tenía toda la mañana intentando ordenar la ropa sin llegar a ningún lado. Así que les dí mi móvil para que ellas jugaran y Ellia tomó esta fotografía, me volteó a ver y dijo seriamente: "eres una buena mami".

Literalmente solté una carcajada, pensando en el caos de la mañana y lo frustrante de mi humor de madre, en cómo recién les había gritado y estaba a punto de rendirme y dejarlas que continuaran peleando.

Encontré más tarde esta foto en mi móvil y me recordó que las memorias que tendrán nuestros hijos algún día no serán de lo desordenada que estaba la casa y de la poca ropa que volvía a ocupar su lugar en los cajones, sino que serán de los momentos que pasemos con ellos. (Y traten de no gritarle a sus hijos)”

mamás y casas...

La publicación de Esther ha resonado con muchas madres, no sólo porque nos muestra una imagen real de cómo suele verse una casa cuando hay niños pequeños jugando en ella todo el día, sino porque el mensaje es uno con el que es fácil identificarnos. La imagen lleva más de 15.300 reacciones en Facebook y se ha llenado de comentarios de otras mamás.

Muchas de ellas comparten también esos momentos en los que se han sentido malas madres o que no están haciendo bien las cosas, y sus hijos les dicen palabras hermosas, que les hacen darse cuenta que ellos no se fijan en la perfección de las cosas, sino en el valor emocional del tiempo que pasan juntos.

Recordemos lo verdaderamente importante

Cuando somos madres que nos quedamos en casa, muchas veces nos invaden esa clase de sentimientos en los que pensamos que no estamos haciendo bien las cosas, porque pareciera que no logramos hacer mucho en todo el día.

Pero en realidad, estamos haciendo una de las tareas más grandes que podemos tener: educar, cuidar y criar a otro ser humano. Es un trabajo que nos demanda mucha responsabilidad, tiempo y energía, pero es sin duda uno de los más hermosos que pueden existir, y que además, nos dejará grandes lecciones de vida.

niños y madre

Es verdad, puede haber días en los que además de cuidar de nuestros hijos, la casa luzca limpia y logremos terminar muchas cosas, lo que nos hará sentir triunfadoras. Pero no debemos sentirnos mal ni culpables si no logramos terminar todas las tareas que nos propongamos, pues los días difíciles también son parte de esta aventura llamada maternidad.

Nuestros hijos serán pequeños solo una vez, y debemos aprovechar para compartir cada momento a su lado, disfrutando verles crecer y ayudándoles a descubrir el mundo que los rodea. La ropa y los platos sucios pueden esperar un poco, pero nuestros hijos nunca dejan de crecer.

Y al final de cuentas, como dice Esther, nuestros hijos probablemente no recordarán lo ordenada o desordenada que esté la casa, sino lo que es verdaderamente importante para ellos: esos bellos momentos que compartamos a su lado.

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