Femicidio en Motel Mimos: Jéssica González, víctima de un brutal y sangriento ataque
Una escena desgarradora, una relación reciente. La justicia investiga los motivos de un ataque sin precedentes. La joven pertenece a la comunidad cristiano - evangélica de Salta.
Justicia21/09/2018La madrugada del viernes, policías del 911 recibieron un alerta proveniente del Motel Mimo´s sobre un incidente en una de las habitaciones. Al llegar encontraron la puerta de madera trabada, en el estacionamiento un VW Gol negro. Forzaron el ingreso y la escena que encontraron fue desgarradora. Jéssica González yacía en el piso sin vida, en la cama un hombre gravemente herido.
La habitación es pequeña, los cerámicos blancos quedaron cubiertos de sangre, allí estaba Jéssica, boca arriba, en posición vertical. No tenía puesto los zapatos pero sí las medias, de lycra nude, un pantalón estampado, blanco, negro, verde y amarillo, estaba abotonado. Una blusa negra y una campera de jean. Estaba maquillada, tenía un colgante y una pulsera en la mano izquierda, también un anillo.
Los oficiales se acercaron y notaron que no tenía signos vitales. De inmediato pidieron la asistencia de la justicia. El fiscal Ramiro Ramos Ossorio ante la descripción de la escena fue hasta el lugar.
La cama, con una base de cemento, tenía un colchón con una sábana ajustable blanca, gran parte quedó teñida de sangre. Raúl Pérez estaba allí, abrazando un almohadón floreado, casi sin signos vitales. No se movía, su posición era boca arriba. Es alto, morocho, y ocupaba casi todo el largo de la cama.
Usaba una remera negra y cubrió su abdomen con una campera que pertenece al uniforme del supermercado mayorista “Yaguar”. Se encontraba recostado con la cabeza en los pies de la cama. En los antebrazos tenía profundas heridas de arma blanca. Lo revisaron y estaba vivo.
Fue trasladado de urgencia al hospital San Bernardo, ingresó con shock hipovolémico producto de múltiples heridas de arma blanca. Las lesiones están situadas en el cuello, ambos antebrazos y una herida penetrante en abdomen. Por la gravedad fue operado, no le encontraron heridas en órganos. Tuvieron que hacerle transfusiones de sangre. Está en terapia intensiva con respirador, su pronóstico es reservado.
Las paredes de la habitación están pintadas de un color claro, desde el piso hacia la mitad poseen azulejos blancos, pero quedaron llovidos de sangre. Fuentes consultadas por InformateSalta describieron el lugar como una escena terrorífica. Tras una minuciosa pesquisa secuestraron el arma homicida, un cuchillo.
Peritos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), trabajaron durante largas horas para documentar la escena y reconstruir la mecánica de lo que para el fiscal es un femicidio, por eso ordenó custodia policial en la terapia intensiva del hospital. Además informó que Pérez es divorciado y trabajan para establecer su vínculo con Jéssica. “Sospechamos que se trataba de una relación reciente, de pocos meses”. De inmediato descartó la presencia de un tercero en la escena.
La magnitud de la violencia hace presumir que fue imposible que otras personas no hayan escuchado nada, al respecto dijo: “Se tomó testimonial a los empleados del lugar y aportaron información”.
Jéssica González tenía 30 años y pertenecía a la comunidad cristiano evangélica, su madre es la representante de la congregación. Su cuerpo ya fue entregado y será velada en Pieve.