Trabajadores desvinculados de un local de ropa no logran cobrar lo que les adeudan

Momentos de desesperación y una verdadera odisea viven 10 ex trabajadores de Gisa SRL, anterior dueño de Preppy Outlet del Paseo Salta y cuya gerenta sería la señora Alejandra Saboy, que no logran que sus dueños les paguen lo que les adeudan.

En diálogo con InformateSalta, una de las damnificadas, contó que en su caso particular decidió renunciar el septiembre tras haber sido maltratada por un joven encargado del personal y desde ese momento comenzó su peregrinar para cobrar.

Tras varios mensajes al propietario del local, y sin obtener respuestas, decidió llevar el caso a la Secretaría de Trabajo, el que además ya recibió denuncia de 9 compañeros más. Ayer asistió al organismo provincial a la segunda audiencia pero sin embargo la parte denunciante jamás se presentó.  

“Antes de ir al Ministerio le rogamos a los dueños 20 mil veces que nos paguen, no nos contestaban y nos mandaban a hablar con otra persona, estábamos todos en blanco. Lo hablábamos, no contestaba o nos decía habla con el dueño. Yo ya estoy en la tercera audiencia, que va a ser en marzo, porque no se presentaron. Cambiaron el domicilio legal, lo venden al local y hasta de hoy no nos pagan,” detalló a este medio.

En este sentido, la mujer indicó que los dueños, se molestaron por sus presentaciones en Trabajo. “Desde el Ministerio nos dijeron que si no se presentan a la tercera audiencia, vamos a  juicio, el que voy a perder porque ellos lo que están haciendo es una maniobra que uno se canse, por eso nunca se presentan, que gastemos plata que no tenemos en abogados, que algún abogado laboral quiera entrar a un juicio por unos pesos,” manifestó.

Además, aseguró que lo único que quieren es el pago, no importa si es con ropa de los locales. “No pedimos nada más que nos paguen lo que nos deben. Nos deben aguinaldo, vacaciones, un proporcional de todo y nos pasean por todos lados,” concluyó.

Por su parte, Ana Contreras, actual encargada del local, contó a InformateSalta que el mismo fue vendido el 26 de noviembre de 2018 y los nuevos dueños tomaron la determinación de absorber a los 8 empleados.  

“Les dijeron que la gente nueva los iba a contratar pero que tenían que presentar su renuncia. Lo hicieron e inmediatamente le dieron el alta. La antigua gente siempre se portó mal, nunca pagaron ni en tiempo, ni en forma, un desastre total.  Ahora la situación es totalmente diferente,” explicó.