Llevan a juicio a un profesor de música por abusar sexualmente de su alumna

Hoy inicia el juicio contra un profesor de música acusado de abusar sexualmente de una jovencita de 15 años que asistía a su casa para recibir clases particulares de guitarra. La denuncia fue radicada por la madre de la víctima quien logró su confesión tras una intervención familiar.

La jovencita, con un gran talento para tocar la guitarra, fue captada por Carlos Enrique Uriburu de 60 años, que se ofreció a darle clases particulares gratuitas para potenciar su talento. Se ganó la confianza de su familia e incluso la de su esposa para quedarse con la jovencita sola y luego someterla.

El hombre está acusado de  abuso sexual gravemente ultrajante por la circunstancia de su realización agravado por la guarda y por ser cometido por un encargado de la educación (tres hechos en concurso real), en concurso ideal con corrupción de menores agravada, en concurso real con coacción y privación ilegítima de la libertad, pudiendo afrontar una condena gravísima.

La familia de la víctima contó que al recibir la propuesta de las clases particulares pensaron que era una buena oportunidad para la niña y al principio su madre la acompañaba durante toda la actividad, con el tiempo el hombre y su esposa se ganaron la confianza de la familia y comenzó a ir sola.

Ellos la llevaban hasta su casa y comenzaron a hacerle regalos y darle dinero al enterarse que la familia atravesaba dificultades económicas, pero de un momento a otro la jovencita cambió radicalmente su comportamiento, lloraba, no dormía ni comía, tampoco soportaba estar cerca de hombres por lo que su madre y hermana la interrogaron, ahí descubrieron los abusos.

La víctima relató a su hermana además, que el docente y su esposa pretendían comprar su silencio comprándole regalos frecuentemente y que la inducían a que se fuera a vivir con ellos. Contó que cuando llegaba a la clase, la mujer de Uriburu se retiraba, ambos se quedaban solos y él la sometía sexualmente. Luego la obligaba a bañarse y  le advertía que no contara nada porque él tenía un buen abogado defensor y la amenazaba con hacerle daño a su familia. También le decía que estaba en contacto con una red de trata de Colombia y que la iba a mandar a ese país.