Desde la cárcel, un jefe narco dirigió el acopio de 341 kilos de droga en Orán

Desde 2016, cuando cayó preso por narcotráfico, Raúl Ricardo Rojas, un remisero de 34 años, ordenó dos asesinatos en Orán y ahora descubrieron que dirigía el mayor acopio de marihuana en el norte de la provincia.

Justicia 06/12/2019
detenido
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Raúl Ricardo Rojas, un narcotraficante de 34 años detenido,  paso de ser apodado “Coya” a “Patrón”, probablemente, por la ascendente actividad criminal que llevó adelante, en especial desde 2016 y nada menos que desde su calabozo, en la cárcel federal de General Güemes, donde al parecer, nunca dejó el negocio.

Oriundo de Orán se presentó  como remisero cuando la justicia lo indagó sobre sus datos personales, tiene en su haber una nutrida foja criminal, la que comenzó como asaltante para luego, y como era de esperar en el norte provincial, pasar al tráfico de drogas.

Pero para Rojas, el negocio del narcotráfico no pasaba por hacer contactos con carteles en territorio boliviano sino por robarle la mercancía a otros grupos que operaban entre Aguas Blancas y Orán, para luego comercializar esa droga en otros puntos, un negocio que comenzó con algunos amigos, quienes, con el tiempo, se volvieron sus enemigos.

Droga

Con el “mejicaneo” como arma, Rojas construyó poder. Y lo hizo de la mano de asesinos a sueldos que fue a buscar a Tucumán, donde entabló relaciones con sujetos que se dedicaban a cometer asaltos y también hacía de sicarios, una modalidad que, puede decirse, este narco introdujo de lleno en Orán.

Lo más llamativo de su carrera, sobre todo en los últimos tres años, cuando más hechos cometió, es que lo hizo desde su celda en el Complejo Penitenciario III NOA, en General Güemes, donde a los presos les es permitido tener comunicaciones a través de un teléfono celular, al cual sólo le deben introducir un chip y así comunicarse.

Sicariato

Tras su llegada a esa unidad carcelaria, en 2016, Rojas dirigió primero que nada el asesinato de Raúl Martínez, un sujeto que casi lo mata en Orán. Luego siguió con Ricardo Gerónimo, quien pese a recibir más de cinco balazos en el estómago, logró sobrevivir.

sicario

Por estos hechos, las fiscales penales de Orán,  Alda Daniela Murúa y Mariana Torres, lo mandaron a juicio en noviembre de 2018, sin que hasta el momento el caso tenga, si quiera, fecha de juicio, debido a planteos legales que dilataron la causa.

En tanto, Rojas no perdió el control de sus negocios y siguió con el manejo del tráfico de droga en el norte provincial. Sin ir más lejos,  el martes pasado, personal de Gendarmería Nacional, dirigidos por la fiscalía federal, a cargo de Eduardo Villalba, reventó un inmueble donde este jefe narco tenía, probablemente, el mayor almacenaje de droga en el norte provincial.

En la audiencia de formalización de la investigación realizada ayer en los tribunales federales, el fiscal sostuvo que Rojas coordino el acopio de esa droga y lo hizo con la complicidad de su pareja, Sandra Romero, como así también otros implicados.

 

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