Hambre, falta de trabajo, frío y dengue, el padecimiento en los barrios más carenciados
Las familias que viven en las zonas más vulnerables son quienes más están sufriendo los efectos de la cuarentena. Sin poder trabajar para conseguir recursos económicos, la crisis que venían soportando se encrudece día a día. El hambre y la pobreza los golpea con más fuerza.
Sociedad07/05/2020InformateSalta dialogó con Emilio Gutiérrez, presidente de la federación de Centros Vecinales, quien contó cuál es la realidad en los barrios más carenciados de Salta. “La situación está bastante complicada. Antes de la cuarentena los centros vecinales funcionaban como lugares de contención cultural, deportiva y hoy no están funcionando”, manifestó.
De acuerdo a lo que expresó Gutiérrez, “hoy la prioridad de la Federación es acompañar a los lugares que están funcionando como merenderos y comedores para que puedan continuar con esas actividades porque es lo que la gente necesita, y para que ellos puedan pagar los impuestos. La situación es muy complicadas y las familias se acercan a estos lugares”.
El día a día de las familias en situación de vulnerabilidad es cada vez más insostenible.”Cuando recorremos los barrios y estamos en el territorio, vemos la situación de la gente, es muy compleja. La gente va a buscar comida a los comedores, son más de dos cuadras de vecinos que van a buscar comida para que su familia se pueda alimentar”.
La zona Sudeste es una de las partes más carenciadas de la Ciudad. “Antes de la pandemia ya estaban complicados, peor ahora. Hoy estuvimos en San Justo con un desayuno comunitario y había mas de 150 familias haciendo fila para poder tomar un desayuno , eso te marca un parámetro de la complejidad que estamos viviendo. es el cuadro más profundo, también en la zona norte, zona Oeste Alta”.
Gutiérrez también destacó que el tema del dengue es muy preocupante, “hay lugares donde no se está llegando con el desmalezado, ahora se acerca el frío, en muchos lugares van a tener que habilitar puntos donde la gente pueda cobijarse y estar protegidos del frío. Muchos están desocupados, algunos reciben la ayuda social de emergencia. Antes sobrevivían con alguna changa que podían hacer, pero ahora ni eso tienen”.