El 21 de marzo se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Down. El mencionado síndrome se destaca por la mutación del par de cromosomas número 21, afectando el aprendizaje y marcando rasgos físicos o en la salud.
La Asamblea General de la ONU eligió este día porque se trata del 21 del mes 3, simbolizando la mutación (trisomía) del cromosoma 21.
El Síndrome de Down es causado por la existencia de material genético extra en el cromosoma 21, esto se traduce en una discapacidad intelectual. Si bien aún su origen no es certero, puede darse debido a un proceso de división defectuoso mediante el cual los materiales genéticos no consiguen separarse, generando un cromosoma extra, llamado trisomía 21.
Esta mutación influye desde el desarrollo del feto, resultando en el mencionado síndrome que lleva el nombre del primer médico en describirlo de manera detallada en el año 1866, se trata del británico John Langdon Down.
El síndrome se caracteriza por una disminución del tono muscular, el rostro plano y los ojos inclinados hacia arriba, también malformación en las orejas. Además, las personas con Síndrome de Down tienen la capacidad de extender las articulaciones más de lo habitual.
A estas características puede sumarse el gran espacio entre el dedo gordo del pie y los demás dedos, como así también una lengua de gran tamaño con respecto a la cavidad bucal.
Aunque puede variar, se calcula que un adulto con esta afección tiene un coeficiente intelectual igual al de un niño de 8 ó 9 años. También son propensos a padecer cardiopatías, leucemia y Alzheimer.
De cada mil nacidos, nace una persona con Síndrome de Down y se estima que el 80% no supera los 50 años de edad.