Cambio climático: un viento infernal arrasó parte de la precordillera salteña

Clima29/08/2021
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Los vientos fueron demasiado fuertes. En la temporada varias veces superó los 100 kilómetros por hora. Algo que no se acostumbraba a sentir en la zona de Campo Quijano, donde Defensa Civil reportó una de las mediciones más altas de las que se tenga memoria en los últimos 20 años en la zona alta de la Quebrada del Toro.

Las ráfagas de viento Toro llegaron a correr a 115km/h en el paraje El Comer en la zona de Las Cuevas. Este paraje, ubicado a unos 2.500 m.s.n.m y a 120 kilómetros de la ciudad de Salta, resistió por 7 horas toda la fuerza del fenómeno. Se midió con un rango de velocidad que osciló de 80 km/h a 115 km/h. Esta última toma del anemómetro no se había registrado en los últimos 20 años.

Fue tal la magnitud del viento que los pocos valientes que se animaron a salir a la intemperie estaban convencidos que serían arrastrados por las ráfagas si llegaban a aflojar aunque sea un milímetro la fuerza. Las ráfagas hicieron rechinar las pocas chapas de la rústica vivienda de los Coria.

Apenas los viejos lugareños se pudieron mantener en pie ante la arremetida del viento cordillerano se dieron cuenta que las paredes de piedra y adobe habían sucumbido ante el fenómeno natural.

"Durante estos días se asistió a dos familias afectadas por el viento Toro. Sucede que las ráfagas continuaron en los días posteriores y a cualquier hora del día. El tiempo cambió mucho en esta zona. El año pasado fueron lluvias y ahora con vientos jamás antes registrados", comentó Martín Padilla, jefe de Defensa Civil municipal de Campo Quijano.

Con una fuerza inusitada, cuenta la familia Coria, el viento limpió en gran medida la nieve que se encontraba en la cima del Nevado de Acay e hizo que la temperatura descendiera de los habituales 10 grados a 2 grados, en un tiempo récord de 10 minutos.

Aun con esta brutalidad del viento solo dos familias registraron daños en las estructuras de sus viviendas. Esto se debió a que ya habían sido previamente alertados por Defensa Civil de Campo Quijano y pudieron asegurar sus techos, ventanas y poner a resguardo su ganado menor.

Sin embargo, el viento borró muchas de las huellas por dónde circulan diariamente y dejó completamente inhóspita toda la zona alta de la Quebrada del Toro, donde lo más cercano que tienen sus habitantes es la inmensidad de los cerros.

Defensa Civil de Campo Quijano cuenta con un sistema de monitoreo climatológico provisto por El Soporte de Alerta Temprana de Eventos Meteorológicos (Satem) que trabaja cruzando datos con el servicio meteorológico de la provincia, de manera tal que los datos sean chequeados y completados a nivel más local, lo que permite actuar de forma más rápida ante alguna posible alerta meteorológica y, de esta manera, poder informar de forma más efectiva a la población.

La zona de precordillera habitualmente tiene vientos fuertes, sin embargo, de esta magnitud y tan recurrentes no se habían reportado en años. /El Tribuno Salta

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