La semana pasada se produjeron dos accidentes por la presencia de animales sueltos desplazándose a pocos metros de la ruta nacional 34. Es una problemática histórica, sobre todo en las zonas rurales donde la circulación de animales por la cinta asfáltica representa un verdadero peligro para los conductores de vehículos.
Desde hace años, en Salta son bastantes frecuentes los siniestros que estos animales generan al intentar cruzar la cinta asfáltica, sorprendiendo a los conductores sin darles el tiempo para evitar una colisión.
Durante el transcurso de la semana anterior, dos equinos murieron al ser colisionados sobre la ruta, en ambos casos la única víctima fatal fue el caballo, mientras que los vehículos resultaron dañados.
Uno de esos accidentes tuvo como protagonista a un camión que transportaba latas de cerveza, como consecuencia del accidente el chasis del camión volcó mientras que su acoplado logró mantenerse sobre las ruedas, perdiendo solo una parte de la carga, informó El Tribuno.
Existen carteles a lo largo de la ruta para que se informe a las autoridades sobre la presencia de animales sueltos, pero obviamente se trata solo de una formalidad que permite evadir responsabilidades a la empresa concesionaria de la ruta.
Falta de conciencia
Para disminuir la presencia de animales sueltos ene las cercanías de las rutas, se requiere de acciones más efectivas, como un trabajo de concientización en dueños de vacunos o equinos, sobre la importancia de mantener cercado el lugar de pastizaje, para evitar las drásticas consecuencias de accidentes que en muchas oportunidades suelen ser fatales tanto para el animal como para el conductor, aplicando las multas correspondientes y secuestro de cada animal fuera de un perímetro seguro.
Son muchas las denuncias que se reciben en forma diaria por medio del 911, sobre la peligrosa presencia de animales sueltos en cercanías de la ruta, en algunos casos personal policial se hace cargo de la situación, en otros personal de Seguridad Vial, pero ambas instituciones carecen de elementos apropiados para controlar, secuestrar o trasladar un equino o un animal vacuno.
Lo único que pueden hacer es alejarlos de la banquina asustándolos con gritos y movimientos de brazos. “Aun cuando logremos atraparlos no podremos identificar a los propietarios porque la mayoría no está marcada. Por otro lado, si procedemos a un secuestro eso nos significa tener que alimentarlos y cuidarlos. En ese sentido lo único que podemos hacer es regresarlos al monte corriendo detrás de ellos”, manifestaron los trabajadores de seguridad.
Frente a tanta impotencia, lo único que se recomienda a los conductores es mantener una velocidad de circulación moderada.