La condena recayó sobre un trabajador del Ministerio de Educación, quien confesó el hecho y ahora pasará tres años preso. Otro hijo, con quien cometía los abusos, recibió una condena aún mayor de ocho años.
Un padre de 59 años y su hijo de 35 fueron condenados por graves delitos sexuales cometidos en contra de una hija y hermana de los acusados, quienes ahora deberán cumplir penas de tres y ocho años de cárcel por los delitos de abuso sexual simple y calificado por acceso carnal, agravado en ambos casos, por el vínculo y la guarda.
El caso, como otros tantos que generan indignación por el avasallamiento sobre la vida sexual de la mujer, en especial cuando son menores, se conoció la semana pasada a partir de la condena dictada por el juez Marcelo Rubio, de la Sala V del Tribunal de Juicio.
En la misma, ambos acusados confesaron su responsabilidad en los hechos, los que tuvieron como víctima a una adolescente, cuya madre, en la audiencia de juicio abreviado, se pronunció por la exigua cantidad de años por la que su ex pareja y otro hijo fueron condenados.
El hecho, según lo averiguado por este medio, fue denunciado el 14 de noviembre de 2020, cuando aún regían las medidas sanitarias más dura a causa de la pandemia contra el COVID-19, entre ellas las restricciones de circulación y el aislamiento social preventivo y obligatorio.
La denunciante fue una hermana de la víctima, quien se presentó en el hospital Materno Infantil con la menor y solicitó que sea examinada debido a que temía que la misma haya quedado embarazada producto de los abusos, hechos que dio a conocer en el nosocomio.
La joven reveló que ese día, su hermana, aún adolescente, habló con ella y, entre llantos, le contó los abusos sexuales de los cuales era víctima, nada menos que de parte de su padre, empleado del Ministerio de Educación de la Provincia, y de otro hermano, quien trabaja de albañil.
En su relato, la víctima reveló que unos dos meses antes, era abusada sexualmente por su hermano, quien la accedió carnalmente por la fuerza. Dijo que los hechos, al menos cuatro, sucedió hasta octubre de ese año, como así también sostuvo que dichos hechos también fue protagonista su padre.
Contó que los abusos ocurrían en la casa de uno de los acusados, en el barrio La Loma, por lo general los fines de semanas, cuando padre e hijo se reunían, encuentros que siempre terminaban con una copiosa ingesta alcohólica y con los abusos a la menor.
La hermana mayor, en su denuncia, explicó que la víctima se hallaba bajo la guarda de su padre, ya que la madre de la misma se había separado y se fue a vivir a la provincia de Buenos Aires, sin tener mucha información del paradero de la misma.
Investigación y condena
Tras la denuncia, la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, llevó adelante la investigación del caso, la que fue contundente contra los dos acusados, quienes había sido detenidos luego de la denuncia radicada por la hermana mayor.
Sin chances, padre e hijo accedieron a una condena mediante un juicio abreviado, circunstancias celebrada la semana pasada ante el juez Rubio. En la misma, la fiscalía y la defensa formalizaron su conformidad con el acuerdo de penas convenido.
En el caso del padre, cabe aclarar, la defensa informó que se redujo la cantidad de años a tres, ya que, supuestamente, la menor indicó que su progenitor sólo la tocó en sus partes íntimas en una sola ocasión, lo que sucedió cuando ella estaba en el baño.
Este cambio, de último momento, no fue objetado por la asesora de menores e incapaces, aunque sí la madre de la menor de pronunció en disconformidad con el acuerdo de penas, pues le pareció muy poca la cantidad de años que ambos acusados deberán pasar presos por violar a su hija.
Pese a ello, las partes se mantuvieron firmes y el acuerdo finalmente fue homologado por el juez de juicio, quien dispuso las penas de prisión efectiva para padre e hijo, quienes fueron trasladados a la Unidad Carcelaria 1.
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