La Fundación Inclusión Productiva impulsa un proyecto por el que se propone la digitalización del peso argentino y la utilización del PAD (Peso Argentino Digital). Se trata de una iniciativa que le permitiría al estado recaudar entre u$s50.000 y u$s80 millones por año.
La propuesta ya se dio a conocer ante la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Unión Industrial Argentina (UIA). A modo de reemplazo se crearía una moneda virtual que se administraría con una tarjeta
El exdirector del Nuevo Banco del Chaco y presidente de la fundación, Carlos María De los Santos, explicó que la iniciativa forma parte de una propuesta integral que busca principalmente reducir la evasión e inyectar dinero a la economía que actualmente está "paralizada", sin emisión monetaria. Del mismo modo, De los Santos propuso la creación del Peso Argentino Digital (PAD) para reemplazar el circulante actual de pesos físicos. Se implementarían estructuras digitales y tecnológicas en los bancos, sin llegar a una criptomoneda.
"El PAD traerá aparejado una mayor recaudación fiscal proveniente de la evasión actual que puede estimarse sobre un 30% del PBI, que podrán ser destinados a reparar todas las desigualdades sociales que ha dejado el sistema actual", explicó.
Además, sostuvo que es necesario refinanciar los créditos de las carteras actuales de los bancos, fijando el pago de capital e interés en la última cuota y al mayor plazo posible, lo que permitirá licuar pasivos mientras haya inflación mayor al 20%.
El impulso de los CBDC
A medida que el mundo se vuelve más digital, los bancos centrales están investigando, y en algunos casos ya lanzando o probando, sus propias versiones digitales de papel moneda, llamadas monedas digitales del banco central o CBDC. En la mayoría de los casos, están diseñadas para usarse de la misma manera que el efectivo, para comprar y vender bienes y servicios y, al igual que el efectivo, están respaldadas por el banco central de cada país. Las CBDC tienen el potencial de ayudar a modernizar los pagos y atraer a más personas a la economía digital.
Las CBDC también ofrecen una forma de reducir las ineficiencias de la impresión y el movimiento de dinero: el costo de administrar el efectivo físico puede llegar al 1,5% del PIB de un país. Pero las CBDC son emitidas por un banco central, con las mismas garantías que respaldan el papel moneda de una nación: son equivalentes al efectivo y están diseñadas para transacciones diarias.