Soñar y nunca bajar los brazos, es lo que nos enseña la historia de Bauti, el salteñito de 12 años que pudo conocer a su ídolo, Armani. El niño padece de la enfermedad de Bruton, una patología congénita, que le impide estar mucho de pie, a pesar de ello no baja los brazos en su deseo de ser arquero, ataja de rodillas.
Bautista Stepke llegó a los medios locales y nacionales con su sueño, y la Fundación River Plate junto al gobierno de Salta lo hicieron realidad. InformateSalta dialogó con Silvana Mattos, mamá de Bauti, quien nos contó cómo fue la experiencia.
“Fue un día maravillosos para Bauti, pudo cumplir su sueño y para nosotros por verlo feliz a él. El gobernador nos ayudó con los pasajes, la fundación de River se encargó de toda la movilidad, Romina Arroyo hizo toda la gestión para que se pueda dar, estuvo en contacto con la fundación”, dijo.
Mattos agradeció que los colaboradores se hicieran cargo de todo, el traslado, hotel, “la atención excelente de la fundación de River que nos acompañaron en todo momento. Teníamos un poco de miedo porque pensábamos que íbamos a estar solos. Bauti estaba feliz, no lo podía creer, estaba muy ansioso. Fue una experiencia muy linda”, dijo.
El niño lleva adelante una rehabilitación muy importante, que implica muchas horas de entrenamiento y un tratamiento médico que incluye la inyección de gammaglobulina humana.
“Bauti siempre fue fuerte, nosotros le enseñamos que sea así, que todo lo que se proponga en la vida lo puede cumplir. El con sus 12 años se da cuenta de todo eso, Armani le dio el consejo de que tiene que estudiar, que siga entrenando. Él entrena en el club municipal, su primo Hugo lo lleva a todos los entrenamientos, lo acompaña y lo espera detrás del arco hasta que él termina de jugar”, contó la madre.
A pesar de sus cortos 12 años, Bauti es un niño con un espíritu y un corazón de hierro, un luchador ejemplar. “Yo siempre le enseñé que él se tiene que valorar tal cual es, que puede hacer todo, quizás con un poco más de esfuerzo pero puede hacer todo lo que él quiera hacer. Le enseñamos cuáles son sus derechos, a luchar por lo que quiere”, expresó la madre.
Bauti también habló con nuestra redacción, compartió su alegría y contó todos los detalles de uno de los momentos más felices de su vida. “Estoy muy contento, muy feliz. Nos buscaron desde el aeropuerto, nos esperaron Marcos y Florencia. Ellos nos acompañaros y estábamos con otro changuito que tenía quemaduras. Nos fuimos a almorzar con la presidenta de la Fundación. Descansamos un rato y después nos llevaron a la cancha, muy linda, hermosa, es muy grande”.
El pequeño recordó que les entregaron unas pulseras para entrar en una zona vip: “Después de ver el partido fuimos a los vestuarios, hicimos firmar la camiseta con casi todos los jugadores. Al final entró Armani, apenas salió del vestuario yo lloré de la emoción, estaba muy contento. Me dijo que me iba a llevar al arco”.
Los pocos minutos que Bauti pudo compartir con Armani fueron más que suficientes para hacer realidad un sueño. “Hablamos un poco, nos sacaron fotos. Me dijo que primero están los estudios, que siga entrenando y que siga así porque voy bien. Voy a seguir entrenando, voy a trabajar más, me voy a esforzar más, así sigo mejorando”, reflexionó.
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