Dos diputados nacionales de Juntos por el Cambio, Gerardo Milman y Ricardo López Murphy, denunciaron ante la Justicia por encubrimiento al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y al titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Agustín Rossi, en el caso del avión iraní que está retenido en el aeropuerto de Ezeiza.
Los legisladores de la oposición consideraron que los funcionarios del Gobierno "han intentado desde un primer momento no sólo ocultar las verdadera dimensión de esta misión en nuestro país, sino que han ensayado excusas con relación a la tripulación del avión con clara intención de encubrir este desembarco".
En su presentación, Milman y López Murphy señalaron que la aeronave de la firma venezolana Emtrasur es "un avión al servicio de organizaciones terroristas y la identidad de un miembro vinculado directamente con las Fuerzas Quds". Con esto último, hacían referencia al piloto Gholamreza Ghasemi, que pertenece a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, de acuerdo con un informe del FBI.
"El comandante del avión Gholamreza Ghasemi, pertenece sin lugar a duda a la organización terrorista Quds que se desempeña al servicio de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, cuerpo que participa en actividades terroristas en todo el mundo", sostuvieron.
Para su acusación por encubrimiento, los diputados se valieron de los dichos públicos de Fernández y Rossi. El primero sostuvo que el nombre del piloto era un homónimo del señalado integrante de las fuerzas Quds, mientras que el segundo afirmó que los iraníes entrenaban a los venezolanos en la nave.
"Nuestros funcionarios, no sólo han observado en público un comportamiento tendiente a ocultar toda la operación que tiene vínculos con organizaciones terroristas globales, sino a uno de los miembros de la organización", puntualizaron.
Así, ponen en duda la actuación del ministro de Seguridad y del jefe de los espías, ya que considern que “no podemos descartar que hayan desoído toda la información de inteligencia que los ponía al tanto de esta situación y que han admitido con plena consciencia el ingreso y la salida del avión (incluso hay versiones sobre esfuerzos de integrantes de PSA para que las empresas carguen combustible al avión cuando se lo negaron) para que el mismo pueda abandonar nuestro país sin dejar mayores rastros de la misión".
Por último, sentenciaron que "el deambular del avión y su tripulación, sin controles extremos y exhaustivos, incrementan los riesgos y dificultan la investigación".
Fuente: Con información de Infobae