Abordaje psicológico, ¿cómo se actúa cuando un alumno denuncia un abuso?

El fin de semana una denuncia de abuso sacudió a los salteños, luego que un niño le dijo a su familia que fue secuestrado y abusado a la salida del colegio, caso que tomó repercusión local y que incluso llevó a los vecinos de barrio San Benito a movilizarse por seguridad. En ese sentido, ¿cómo es el abordaje que se hace para acompañar a los chicos?

Para responder esta interrogante InformateSalta se comunicó con el licenciado Pablo Acosta, asistente escolar en los equipos de Apoyo y Orientación en el Programa de Orientación Escolar del Ministerio de Educación provincial, quien enfatizó la labor que hacen para garantizar la escolaridad como los derechos de los niños que han atravesado este tipo de situaciones donde se han visto violentados.

“Nuestra primera función es sostener la trayectoria educativa de los jóvenes afectados en sus derechos, cuando aparece una situación de vulnerabilidad, de un abuso como este caso, primero debemos garantizar que el alumno restituya su equilibrio, su bienestar, que la situación ceses así se restituyen sus derechos”, manifestó como primer objetivo mientras que el segundo es “restituir su trayectoria, con tratamientos psicológicos desde lo escolar, orientaciones, acompañamientos y seguimientos para que se siga sosteniendo emocional y escolarmente”.

En este punto el licenciado reconoció que, al abordar cada caso, los desafíos “son muchísimos y son subjetivos”, sin dejar de lado que muchas veces el contexto social “hace que el protocolo fijo no sea posible ponerlo en marcha, es necesaria mucha interacción para actuar en cada situación con sus particularidades, violencias, abusos”, especificó el profesional.

“El contexto condiciona, existe, debemos saber leerlo para activar lo que sea necesario y así garantizar los derechos”

Más puntualmente sobre el caso de este niño, Acosta no descartó actuaciones una vez que se reanude el dictado del ciclo lectivo. “Seguramente lo abordaremos desde lo post-emergente, a sabiendas de lo que pasó y cuando el alumno retorne, iremos a la institución para interiorizarnos y ver cómo podemos ayudar a mantener la trayectoria escolar, si necesita tratamiento, aplicaremos los mecanismos para que el niño pueda restituir su estadio emocional y pueda seguir adelante”, comentó sobre eventuales pasos a seguir.

Por último y consultado sobre el debate que se instaló, de contar con presencia policial en cada establecimiento educativo, Acosta fue cauto al señalar que es necesario su análisis en profundidad. “No tengo una posición sólida pero es un tema a analizar, hasta qué punto la policía debe estar, por ejemplo, dentro de la escuela, mirando a los alumnos, este siempre ha sido un tema delicado”, reconoció para concluir.