Los jugadores de la Selección recibieron a sus familiares: cambio de chip y recarga antes de la “final” con México
Mundial Qatar 202223/11/2022Cambiar la onda. Rápido. Ya. Esa fue la premisa de la Selección Argentina luego del duelo por la caída no esperada ante Arabia Saudita. Después de una noche de martes que no era 13 pero que fue de terror para la delegación nacional, después de mucho diálogo interno, de buscar explicaciones, de aceptar errores, de hacer autocrítica interna. Después de aceptar la derrota y digerirla, el equipo capitaneado por Lionel Messi dio vuelta la página. Y qué mejor para recargar energías y reforzar el ánimo que la contención de las personas más queridas.
La Selección se refugió en los brazos de sus familias para recobrar impulso. El mismo martes hubo palabras de Messi y de Scaloni para bajar línea puertas adentro. "Se adelantaron los tiempos y para nosotros ahora ya son todos partidos de eliminación directa", repiten desde el búnker argentino.
Lionel Scaloni con Pablo Aimar y Walter Samuel, sus dos principales laderos en el cuerpo técnico. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial - Clarín
Todos tienen en claro que no hay lugar para otro traspié. En un Mundial esto significaría volverse a casa muchísimo antes de tiempo. Se perdió. Ya está. Si bien tienen marcadas las fallas, entienden que el partido se trató de una tarde mala, repleta de "accidentes", que, claro está, no deben volver a repetirse si lo que se quiere es avanzar.
La catarsis en Qatar, durante un miércoles muy caluroso, hizo un impasse en horas de la tarde. El plantel se entrenó durante la mañana justamente porque luego del almuerzo y la siesta, las puertas de la concentración se abrieron para recibir a los familiares de los futbolistas.
No pudo haber un mejor plan justo después del frustrante estreno en el césped del Lusail Stadium, mismo imponente escenario en el que se jugará el este sábado contra México. "Vino bien. El ánimo levantó", contaron sobre la visita de los seres queridos.
La actividad no se diagramó por la caída. Estaba ya planificado de antemano que esto sucedería. De hecho, no será la única vez que ocurra. Es que lo estipulado en el cronograma de la preparación integral en el cual nada está librado al azar, es que el día siguiente a cada partido el plantel pueda juntarse con los suyos.
Emiliano Martínez y el resto de los arqueros de la Selección Argentina durante la práctica de este miércoles en Doha, Qatar. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial - Clarín
Resulta lógica y oportuna esta medida. Ya sea que se gane o que se pierda, viene bien relajar y distraerse por unas horas. En ese tiempo la prioridad es no hablar de fútbol y escaparse mentalmente por un rato de la manija mundial. Se trata de recargar baterías y afrontar el siguiente paso. En este caso tocó tras el mal debut y les cayó como anillo al dedo.
Porque Messi pudo reencontrarse con Antonela Roccuzzo y sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro. Porque Angel Di María también se abrazó con su mujer y sus hijas. Porque Nahuel Molina, por ejemplo, pudo tomarse unos mates con su papá Hugo, su mamá y sus hermanos, que estuvieron bancándolo en el Lusail con la bandera que decía "Molina Lucero, Embalse-Córdoba". Porque Nicolás Tagliafico volvió a ver a su mujer. Lo mismo que Lautaro Martínez.
Y así cada uno de los integrantes de la Scaloneta. Padres, madres hermanos, hermanas, parejas, hijos e hijas. Los lazos más directos de cada jugador que están acá, en Doha, vivieron un momento de risas, besos y abrazos en medio de la merienda. Eso sí, absolutamente nada se filtró a las redes sociales. Se eligió mantener el perfil bajo y dejar todo en la intimidad total.
Sólo salieron a entrenar los que no fueron titulares en el duelo ante Arabia Saudita. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial - Clarín
La casa albiceleste en el módulo 3 de la Universidad de Qatar fue ambientada con todo el confort y tiene zonas comunes amplias con sillones y lugares para relajarse. Los rincones del búnker argentino se ocuparon de rondas de mates y complicidad familiar hasta la noche, cuando fue momento para volver a despedirse y meterse de lleno en el cruce con México.
Los que siguieron trabajando fueron Lionel Scaloni y todo su cuerpo técnico, que aprovecharon las horas libres de sus dirigidos para repasar el partido contra los árabes y empezar a pulir las decisiones que tomarán en el ensayo de este jueves. Será tiempo de algunos cambios. Será tiempo de priorizar a quienes vean física y, sobre todo, futbolísticamente con el ritmo a pleno.
Por lo pronto, de movida ya se cambió el ambiente. Las caras serias, hijas de la derrota, viraron a gestos amigables y eso ya es un primer paso para cerrar la puerta de lo que pasó y abrir la de la recuperación.