Se complica la situación del femicida de Jésica: "Me agarró del cuello y me dijo 'vos no te metás'”

Justicia17/04/2023
declaración

Jésica Solís, tenía 27 años y fue asesinada el mediodía del 20 de mayo de 2021, en un asentamiento del barrio San Calixto, en el sur de la ciudad de Salta. 

Ezequiel Lucas Domínguez, de 32 años, era su pareja, está acusado por el hecho y durante la semana pasada, en la primera jornada del juicio, declaró y dijo que no entiende qué pasó.

En la jornada, aceptó preguntas en el afán de convencer de que el ataque femicida fue un momento de gran emoción. Ratificó que estaba separado de Solís y convivía con su nueva pareja, Rocío Farfán, que está siendo juzgada en este proceso en calidad de coimputada como partícipe secundaria. 

Femicidios-machismo

Declaró que el 20 de mayo entró a una habitación contigua al negocio, donde estaba su hijo. “No me quiso saludar, eso me partió el alma", contó y dijo que Jésica manipulaba al niño para alejarlo de él y de su familia. Según aseguró el agresor, entre las herramientas, que eran del padre de Farfán, falta una pinza y cuando le preguntó a Jésica, ella lo insultó y luego salió a la vereda para llamar a la Policía. 

Agregó que cuando regresó le dijo: “Seguí yendo al psicólogo, loco de mierda”. Dijo que entonces vio el cuchillo tramontina que usaban en la pollería. Es lo último que recuerda, aseguró. “Lo siguiente que recuerdo es que yo estaba en la puerta y Rocío gritaba que llamen a una ambulancia. Atiné a sacarme la remera para taparle la herida. Quisimos subirla a una moto para llevarla al hospital… No quise matarla, no entiendo qué pasó", sostuvo. 

"Vos no te metás" 

Una testiga presencial del ataque a Jésica Solís contó en la audiencia del jueves último que tras acuchillar a su expareja, Domínguez le advirtió: "Vos no te metás". La amenaza no le funcionó al agresor porque esta mujer, que era amiga de la víctima, dio una versión distinta a la del acusado, y coincidente con el relato de otras vecinas. 

Esta testigo, contó que el 20 de mayo fue a la pollería cerca de las 14, a comprar milanesas. A Jésica, que estaba afuera conversando con otra vecina, no le quedaban milanesas pero se ofreció a prepararle algunas y juntas entraron al local. La amiga se quedó frente al mostrador y Jésica fue a la cocina que estaba detrás de unos estantes divisorios y comenzó a preparar milanesas mientras conversaban. 

jesica

La testiga detalló que Rocío Farfán estaba con su bebé, sentada en una silla, y que Domínguez también estaba en la cocina, desde el mostrador, ella alcanzaba a verlo a él pero no a su amiga. Recordó que el hombre empezó a reclamarle a Jésica que hubiera entregado los papeles de la casa a su madre cuando él también era dueño del inmueble.

Ahí fue que escuchó que su amiga le pidió que se fuera: “Andate Ezequiel porque yo ya llamé a la policía”, le dijo. Y le pidió a Rocío que se lo llevara, pero ella no reaccionó, indicó Salta/12.

La mujer relató que mientras Domínguez y Jésica discutían, Farfán seguía sentada, los escuchaba y se reía. Y que el niño hijo de Domínguez y Solís estaba en el lugar, muy cerca de Rocío. De pronto, vio que el hombre levantaba el brazo y escuchó un golpe. “Pensé que le había dado una piña a mi amiga”, dijo.

Entonces el niño gritó: “Tía, ayudala a mi mamá”, ella entró en el preciso momento en que Domínguez salía de la cocina. “Le di dos golpes en la espalda y él me agarró del cuello y me dijo 'vos no te metás'”, contó.

“En la bandeja de las milanesas había un cuchillo con sangre. Jésica estaba en el piso. Tenía una herida en el cuello, salía mucha sangre. Le puse un trapo y le grité a Ezequiel que me ayude. Él volvió, se sacó la remera y se la puso en el cuello”, relató.

Agregó que mientras tanto el niño seguía ahí, presenciando todo, que pedía que llevaran a su madre al hospital y que se desvaneció. Frente a esa escena, dijo que Farfán seguía sentada y decía que “le habían cagado la vida”.

Después Domínguez levantó a Jésica y la llevó fuera de la casa. Ella gritó pidiendo ayuda y llamó a la policía con el celular de la víctima, que encontró en su cintura. También usó este teléfono para avisar a familiares de su amiga. 

Esta mujer dijo que delante de ella nunca hubo agresiones entre Domínguez y Jésica. “Se separaron porque Jésica lo encontró a Ezequiel con Rocío”, reveló sin embargo. Añadió que su amiga recibía a su expareja y a Farfán en la casa y “los atendía como si nada” y hasta cuidaba a la bebé que tuvo esta nueva pareja. 

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