Endeudarse para comprar comida y medicamentos, la preocupante realidad que reveló un informe
Nacional30/05/2023En medio de la crisis económica, donde la alta inflación reduce fuerte el poder adquisitivo de los ingresos, un informe de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) y el Ministerio de Economía arrojó un dato preocupante de fines de 2022: el 54% de las familias recurrió a fuentes de financiamiento y, de ellas, el 64% se endeudó para sostener consumos cotidianos, como comida y medicamentos.
“Los hogares utilizan estas fuentes de financiamiento no solo para suavizar su consumo de bienes de elevado valor, sino también –ante la inestabilidad o falta de ingresos– como herramienta para sostener consumos cotidianos y básicos, muchos de ellos ligados a los cuidados, como la compra de medicamentos o alimentos”, señaló el estudio que se realizó entre octubre y noviembre de 2022, cuando las cifras macro de la economía no eran igual de críticas que en la actualidad.
En ese marco, detallaron una mayor tendencia al financiamiento en hogares sostenidos por mujeres (60%) frente a aquellos en los que son sustentados por hombres (50%).
Más allá de la cuestión de género, si se toma la totalidad de los casos que optaron por recurrir a financiamiento formal o informal en promedio, el 64% lo destinó a la compra de comida y medicamentos.
La disparidad entre hombres y mujeres al frente de los hogares y el mayor nivel de financiamiento, explicó el documento, radica en la “incidencia de la informalidad laboral en los hogares sostenidos por mujeres, ya que las mayores necesidades de financiamiento se presentan, precisamente, entre las personas que carecen de un trabajo registrado”.
Para sustentar ese punto, el informe detalló que “el 69,2% de las trabajadoras informales solicitó algún tipo de financiamiento en el período de realización de la encuesta, frente a un 49,4% de sus pares con laborales formales”.
La situación se agrava aún más, recalcaron, cuando se trata de hogares encabezados por mujeres que tienen a su cargo el cuidado de niños, niñas y adolescentes.
“Enfrentan situaciones de elevada vulnerabilidad financiera: el 72,6% destina el financiamiento a la compra de comida y medicamentos”, remarcó el trabajo de la Cepal y Economía.
La cifra desciende un poco (65,9%) cuando ese puesto lo encabezan varones. Sin embargo, 7 de cada 10 de las familias que dependen del sustento de la mujer “arrastra atrasos en los pagos de deudas o de servicios, 4 de cada 10 tiene atrasos en ambos, y casi la mitad destina todos sus ingresos para hacer frente a sus deudas o sostiene que sus ingresos le resultan insuficientes para afrontarlas (el 46,2% de los hogares encabezados por mujeres respecto al 38,3% de los encabezados por varones)”.
“El 30,7% de los hogares con niños, niñas y adolescentes a su cargo encabezados por mujeres se encontraba en una situación de alta vulnerabilidad financiera, en contraste con el 22,9% de la situación promedio”, insistió el documento.
El otro punto en cuestión que pone de relieve el estudio, es la modalidad del financiamiento en cada caso. “La dificultad para acceder a financiamiento formal genera, en muchos casos, la necesidad de recurrir a diversas fuentes informales, que suelen tener un costo financiero mayor o redundar en formas de dependencia personal improcedentes, que generan situaciones de elevada vulnerabilidad financiera”, explicó.
De acuerdo con los resultados obtenidos en la encuesta se observó que, “en proporción, los hogares sostenidos por trabajadores/as formales solicitan menos financiamiento: el 46,1% de quienes se encuentran en la formalidad laboral solicitó algún tipo de financiamiento en el último mes, mientras, entre los/as trabajadores/as informales, esta cifra asciende al 63,7%, lo cual redunda en una brecha de 17,6%”.
“Esta diferencia es aún mayor al observar, según sexo, con el nivel educacional del principal sostén del hogar (PSH). En ambos casos (ya sea que el PSH cuente con ocupación formal o informal), los hogares sostenidos por mujeres solicitaron en mayor medida algún tipo de financiamiento durante el último mes, especialmente las mujeres que trabajan en la informalidad.
“El 69,2% de las trabajadoras informales solicitó algún tipo de financiamiento en el último mes, en tanto que entre las mujeres con puestos formales de empleo la proporción fue del 49,5%”, concluyó el informe.