El consumo de carnes bovina, aviar y porcina por habitante en Argentina podría ubicarse en torno a 115,2 kg en el 2023. De ser así, representaría una mejora del 4,2 % respecto al año anterior, y se alcanzarían niveles cercanos a los del 2017. Por otra parte, cada habitante consumiría en 2023 de 4,0 y 3,4 kg por encima de los promedios de los últimos 5 y 10 años, respectivamente.
Esta estimación se realiza en base a los datos de consumo de carnes de la Subsecretaría de Ganadería y Producción Animal de la Nación. Los datos se encuentran disponibles hasta marzo, por lo que para hacer la estimación anual se realizó una desestacionalización en base a la información de los últimos años. Es fundamental recalcar que el efectivo consumo de 2023 podría diferir del estimado, máxime teniendo en cuenta que el este es un año eleccionario y que la macroeconomía argentina atraviesa un contexto complejo.
La composición de la dieta cárnica del habitante promedio sería: 46 % de carne bovina, 39 % de aviar y 15 % de porcina. La proporción de carne bovina habría aumentado 2,3 puntos porcentuales respecto al 2022, alcanzando niveles cercanos a los de 2019. Una manera de analizar el consumo de carnes a lo largo del tiempo es comparando el porcentaje que se consume de carne vacuna contra el de sus sustitutos, cerdo y pollo. Desde el 2002 la primera fue perdiendo representación en la canasta de consumo, siendo reemplazada por las otras dos.