La trágica historia de la Miss Argentina que murió al inyectarse metacrilato

Medios30/06/2023
Solange Magnano

A partir de la conmoción por las atrocidades del doctor Aníbal Lotocki, volvió a tomar relevancia lo que le ocurrió a Solange Magnano, la Miss Argentina que murió a los 37 años después de que le inyectaran metacrilato en la zona de los glúteos.

La historia de Silvina Luna ya lleva años y trajo luz sobre una enorme lista de casos similares en los que el cirujano plástico intervino y trajo problemas de salud.

Después de luchar contra la insuficiencia renal que sufre hace años y a la espera de un trasplante, la modelo continúa internada con un estado delicado, aunque en las últimas horas se informó una leve mejoría.

A partir del delicado caso, surgieron otros testimonios de mujeres que se realizaron retoques con Lotocki y que también sufrieron problemas de salud. Entre los reclamos, se conoció que incluso inyectó productos sin la autorización de la paciente.

En esa misma línea, también se comenzó a hablar sobre el metacrilato y cuáles pueden ser las complicaciones que trae su uso. En ese contexto, se recordó la historia de Solange Magnano, una modelo que murió luego de que una médica le inyectara ese producto. Por el hecho, la médica a cargo del retoque estético fue condenada.

Oriunda de San Francisco, Córdoba, Magnano tuvo una destacada carrera como modelo en la Argentina.

 
Solange Magnano fue víctima de un homicidio culposo en 2009: tenía 38 años y dos hijos


Con 23 años, ganó el concurso de Miss Argentina en 1994.

Luego de juntar varios años de experiencia en Europa, en 2007 comenzó con una escuela de modelos en la mencionada localidad, llamada Actitud Models.

Sin embargo, su nombre se volvió más reconocido por un hecho trágico.

En noviembre del 2009, la modelo se dirigió al centro de estética de la doctora Mónica Portnoy, ubicado en el barrio porteño de Belgrano, para realizarse una gluteoplastia.

 
Mónica Portnoy, la cirujana plástica condenada por la muerte de Solange Magnano - Créditos: @Archivo

Magnano viajó hasta la ciudad de Buenos Aires con una amiga, quien la dejó concurrir sola al lugar, creyendo que se trataba de una intervención sencilla y sin complicaciones.

Horas después, la amiga de Solange recibió una llamada del centro de estética en la que le dijeron que la modelo se había descompensado, según consta en la causa judicial del hecho consultada por el medio cordobés El Periódico.

Poco después, le avisaron también que había sido derivada al Hospital Fernández.

Según se investigó luego, en aquel momento Mónica Portnoy le inyectó polimetilmetacrilato y silicona líquida, esto último sin el consentimiento de la paciente, a Magnano.

Antes de perder la conciencia, la modelo se sintió mal y llegó a llamar a su esposo Gustavo Rosso para contarle de la situación.

 
Solange Magnano junto a Gustavo Rosso, quien denunció a Mónica Portnoy por la muerte de su esposa - Créditos: @Gentileza El Periódico

Tras su paso por la clínica porteña, fue derivada a la terapia intensiva del Sanatorio Itoiz, ubicado en Avellaneda, donde murió tres días después.

Por el hecho, el marido de Solange presentó demandas en lo civil y penal.

Tras la investigación y un juicio abreviado por homicidio culposo, Portnoy fue condenada a dos años de prisión en suspenso, a la inhabilitación de cinco años para ejercer profesionalmente y a pagar una compensación económica para la familia de la modelo, que además de su marido está compuesta por dos hijos.

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