¿El fin de una era? Por la inflación, los salteños ya casi no compran masas finas

El rubro de las panaderías mira con inquietud las consecuencias de la inflación. Y a esos efectos se suma el cierre de una época: por la suba de precios y el deterioro del poder adquisitivo de los clientes, cada vez se venden menos "masas finas".

Según un relevamiento realizado por InformateSalta, casi el 50% optó por decirle adiós a las “masitas” por los altos costos. "La gente no puede afrontar los precios y dejó de comprarlas. Es un producto que, de a poco, comenzó a desaparecer", expresó un trabajador de una conocida panadería de la zona en diálogo con nuestro medio.

Actualmente, el kilo de este producto que suele ofrecerse en cumpleaños, fiestas, meriendas, o simplemente tomando un café en un bar, cuesta 5000 pesos en promedio, casi lo mismo que comprar dos kilos de carne. 

Además, las masas que antes estaban en la vidriera, hoy casi que se elaboran sólo por pedido.

Pero la baja del consumo no solo golpea a “las masitas”, sino también al pan, cuyo consumo, según la Cámara de Panaderos de Salta, descendió un 20% promedio. De hecho, el 33% de los salteños encuestados admite que dejó de comprar pan, algunos por salud y otros por su bolsillo.

Sin dudas, los incrementos constantes en el pan, las facturas y otros productos, provocaron un cambio de hábitos en los consumidores.