Un hombre de 23 años irá a juicio como autor del delito de abuso sexual con acceso carnal, en perjuicio de una mujer.
El 23 de enero de 2022, la denunciante se encontró con el acusado en una cancha y, tras una charla, este la invitó a cenar, a lo que ella accedió.
En su relato la mujer señala que ya en el domicilio del hombre de 23 años, luego de terminar de comer, le expresó su intención de marcharse. Cuando él la acompañó a la puerta para despedirla, en lugar de abrir el portón, comenzó a realizar tocamientos que se tornaron cada vez más bruscos.
Contó la víctima que intentó pedir ayuda, pero el acusado la condujo a una habitación en la que abusó de ella, a pesar de su resistencia y su continua negativa, habiendo previamente forcejeado con ella.
El informe médico, emitido por la profesional que examinó a la damnificada, dio cuenta de que presentaba equimosis (moretones) en superficie inferior de maxilar, en senos, brazo, codo y muñeca derechos, en región axilar y brazo izquierdo, en rodillas y piernas, muslos, zona inguinal y glúteo.
Además, el certificado expresa que la paciente presentaba excoriaciones (irritación por raspadura) en brazos y rodillas.
El fiscal González Miralpeix sostiene en el requerimiento que, de los elementos colectados se vislumbra un grave acometimiento contra la reserva sexual de la denunciante por parte del acusado.
Además, el informe psicológico de la víctima, elaborado por la perito psicóloga del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) indica que presenta indicadores compatibles con vivencias de daño, devenidas de situaciones que se inscribieron como traumáticas.
Para finalizar, concluye que no se evidencian indicadores de simulación, ni mendacidad (hábito de mentir).