¿Hipertensión? Tomá vino
El Doctor René Favaloro solía decir que un vaso de vino en cada comida es bueno para el corazón. Y no equivocó. Si es cafayateño, mucho mejor, indica un estudio.
Tecnología12/07/2013Desde hace tiempo se sabe que el vino, consumido de forma responsable y moderada, es bueno para la actividad cardiológica, ahora también se sabe que puede tener propiedades que regulen la presión arterial. A estas conclusiones arribó una reciente investigación realizada en Tucumán.
Según esta investigación, es posible producir en el vino, péptidos, pequeñas moléculas, con propiedades antihipertensiva y antioxidante. Esto es factible porque en la elaboración del vino participan dos grupos microbianos. Por un lado las levaduras presentes en el mosto que generan la fermentación, transformación de azúcar en etanol, y por el otro, en la fermentación maloláctica, que como su nombre lo indica es la transformación del ácido malico en ácido láctico por la acción de la bacteria Oenococcus oeni, responsable además de estas nuevas propiedades descubiertas.
El Dr. Pedro A. Aredes Fernández, Investigador de CONICET, inició el estudio de la actividad antihipertensiva en vinos tintos y la relación con el incremento de la concentración de péptidos por acción del sistema proteolítico de Oenococcus oeni en el año 2007, obteniendo un subsidio para financiar este proyecto en el año 2008. Resultados de estas investigaciones fueron presentados en numerosos congresos nacionales e internacionales y dieron lugar diversas publicaciones en revistas científicas. Los últimos resultados publicados en la revista International Journal of Food Microbiology, contó además con la participación de las licenciadas Gisselle Apud, María Gilda Stivala y las Doctoras María José Rodríguez Vaquero y Graciela Rollan, y fue realizada en conjunto entre la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y el Laboratorio de Metabolismo Microbiano del Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA), que depende de CONICET.
“En el laboratorio logramos demostrar que esta bacteria tiene la propiedad proteolítica, eso quiere decir que puede hidrolizar las proteínas presentes en el vino en otros componentes más pequeños como pueden ser aminoácidos o péptidos, nosotros ya sabíamos que hay muchos péptidos que son propios de procesos de fermentación como el de la leche, que tienen efectos beneficiosos para la salud, la principal es la antihipertensiva. En el caso de los vinos, la cantidad de proteínas es suficiente para que la actividad proteolítica bacteriana pueda hidrolizar esas proteínas y también producir esos péptidos. Nosotros trabajamos con 4 varietales de vino de la región de Cafayate (Salta), extrajimos la fracción proteica y la confrontamos con una cepa de la Oenococcus oeni. A consecuencia de eso, se generó la liberación de péptidos que poseen actividad anti hipertensiva, que logra bajar la hipertensión arterial de la misma forma que algunos fármacos de uso corriente, con la ventaja de que carecen de los efectos secundarios de los medicamentos”, explicó Aredes Fernández en diálogo con EL OTRO MATE.
Si bien el efecto no tiene la misma potencia que un fármaco, a través de la bebida se reduce sensiblemente la presión arterial. Los investigadores no recomiendan tenerlo en cuenta como tratamiento en sí, pero es útil para disminuir la presión cuando ésta no es tan elevada, dato no menor si se tiene en cuenta que según la Organización Mundial para la Salud, uno de cada tres adultos del mundo padece hipertensión, proporción que aumenta con la edad. Entre 20 y 40 años, solo es una persona cada diez, no obstante al cumplir los 50, son cinco de cada diez personas en el mundo que la padecen.
Por otro lado, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades con sede en Estados Unidos, destaca que la hipertensión es la causa de la mitad de todas las muertes por accidente cerebrovascular o enfermedad coronaria y la responsable de un 13% de la mortalidad mundial.
“Esto es aplicable a otras regiones y ahora estamos haciendo el mismo estudio con vinos provenientes de los Valles Calchaquíes. De esta forma le podemos conferir al vino una propiedad adicional. La importancia del trabajo en sí, reside en la posibilidad de usar bacterias con propiedades proteolíticas para que hagan la fermentación maloláctica. Nosotros esperamos que la bacteria pueda ser utilizada como cultivo iniciador y que sea producido a escala, además de favorecer la fermentación maloláctica, le da un valor agregado a través de la presencia de estos péptidos antihipertensivos” auguró Aredes Fernández.
Fuente: www.elotromate.com
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