Dilma no fue al Maracaná para evitar ser insultada

Un grupo de manifestantes se enfrentó ayer con la policía en uno de los cercos montados por las autoridades en los alrededores del estadio Maracaná, poco antes del inicio de la final de la Copa Confederaciones. Los agentes respondieron con gases lacrimógenos y, según informaron los medios de Brasil, los choques dejaron al menos seis manifestantes heridos. En medio de una ola de protestas populares contra la corrupción y los millonarios gastos públicos en el torneo y en la Copa del Mundo de 2014, la presidenta Dilma Rousseff no asistió al partido entre la selección brasileña y la de España. Había sido abucheada en el juego de apertura de la Copa, disputado el 15 de junio en Brasilia.

El Gobierno había movilizado un total de 17.000 efectivos en Río de Janeiro para evitar disturbios, en lo que fue el mayor despliegue de seguridad de la historia deportiva del país. Policías, agentes de la Fuerza Nacional e integrantes de las Fuerzas Armadas aislaron el Maracaná, al cual sólo tuvieron acceso las personas con entradas y vecinos con pases especiales.

Temprano, unos 5.000 manifestantes caminaron desde la plaza Saens Penha y llegaron a 100 metros del estadio, donde el paso de la columna fue bloqueado por la policía. A las 17, otros 3.000 hicieron el mismo recorrido levantando carteles con el lema “¡No habrá final!”. Media hora antes del partido comenzaron los incidentes. No se conoce la gravedad de los heridos.

Fuente: Portal de Internet