“Me dan ganas de cag… a trompadas”, la furia de vecinos por la obra mal hecha en canal Yrigoyen
Reclamo07/02/2024Imagen que se viralizó en las últimas horas fue lo ocurrido en el canal de avenida Yrigoyen, donde las placas que se habían construido en la obra de “renovación y mejora” impulsada por la ex intendenta Bettina Romero, terminaron cediendo, se partieron, se rajaron y quedaron inservibles, con otras anticipando el mismo destino.
Vale mencionar que la gestión de Bettina había contratado una empresa, a la cual le había hecho el pago por cheques diferidos en un monto de $130 millones, para mejorar el canal y hasta construir un corredor. Nada de eso se hizo, la obra se paralizó pasadas las elecciones y las consecuencias están a la vista: todo mal hecho e inservible.
En las imágenes viralizadas se puede ver cómo se desplomaron dichas placas, quedaron regadas por el desnivel, algunas fracturadas y partidas sin tener más uso, mientras que aquellas que no cedieron quedaron agrietadas, esperando que ceda el hormigón y la tierra para seguir el derrotero de este gasto de dinero aportado por los vecinos, durante la anterior administración municipal.
Esta situación, como era de esperarse, causó indignación a los vecinos de la zona. Es el caso de Miguel Ángel, ex trabajador de la construcción quien dialogó con Somos Salta donde dijo: “Cada vez que veo esto me indigna, yo entiendo del tema, ¡¿cómo pueden haber hecho una cosa así, tanta plata tirada?!”, interpeló.
Según rememoró, cuando comenzó la obra y vio lo que empezaban a hacer, dijo que pidió permiso para hablar con uno de los ingenieros para hacerle conocer su parecer, su opinión y hasta advertirle. “Me dan ganas de ir a buscarlos, al ingenieron, a los técnicos, a los ‘genios’ que organizaron esto y… perdón por la palabra, pero quiero cag… a trompadas, no pueden haber hecho una cosa así”, se sinceró.
“Esto es un desastre, es plata tirada, plata de los salteños”
Otra cosa que lamentó es que, según su mirada, la obra se seguirá desplazando, las placas seguirán partiéndose y cediendo. “ya se ve a simple vista que tienen grietas, ya hay una pendiente desde el último muro caído a 100 metros, es lógico que se va a desplazar; hay que dar gracias a Dios que no ocurrió cuando trabajaban los obreros, sino estos hubiera sido un homicidio”, subrayó.