La excesiva búsqueda de visibilidad y protagonismo que asumió en el último tiempo el empresario Diego Pestaña, presidente de CAPEMISA (Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta,) y del grupo AGV, ha generado malestar entre los otros socios.
La Cámara de Proveedores de Empresas Mineras, funciona desde 2010, y nació con la finalidad de aglutinar a las empresas y proveedores de servicios de Salta garantizando confiabilidad y calidad en las contrataciones por parte de inversores, pero además, defender la contratación de mano de obra local y generar capacitaciones para el sector.
Sin embargo, Pestaña en su rol de presidente y lobista de su propio grupo empresario, se extralimitó en sus funciones, y aprovechando los controles de Migraciones en una minera local, salió a atacar a otras empresas locales, y cuestionó que en Salta se contratan empresas “fantasmas” y a otras que él considera no tienen la capacidad para llevar adelante algunas de las licitaciones que se realizan.
Muchos en CAPEMISA sospechan que Pestaña fue uno de los que más fogoneó el tema Posco, sabiendo que su enemistad es producto de no haber ganado al menos dos licitaciones de la empresa coreana, que adjudicó a otras que también son socias de la Cámara, y que por desató su furia, siendo que históricamente AGV ha sido una de las más favorecidas por el lobby que realiza el mismo Pestaña con las grandes empresas mineras.
Es más, muchos ven con muy malos ojos que Pestaña con el afán de tener prensa se fue de las manos, puso en tela de juicio el rol del estado, verdadero promotor del desarrollo minero en la provincia desde hace más de 20 años, y no midió sus palabras generando dudas en los controles y trabajo sostenido y serio que se hace desde diferentes organismos gubernamentales.
Algunos socios de CAPEMISA están convencidos que lo hizo, primero a modo personal y en defensa de sus propios intereses, pero también por la proximidad de elecciones dentro de la Cámara, donde ya no puede ser reelegido pero quiere seguir comandando desde las sombras los hilos de este núcleo de empresas. Cuestionan su legitimidad y representación para hablar por todos y plantean la necesidad de un recambio.
Según da a conocer Cuarto Poder en un artículo este fin de semana, Diego Pestaña, se ha constituido en el empresario de mayor crecimiento patrimonial con la participación en once empresas y dos UTE que acreditan una expansión varias veces millonaria producto del lobby que despliega personalmente.
Muchos han visto como saludable que se controle a las empresas extranjeras que quieren explotar los recursos de la Puna, como también existe la impresión de que la exagerada difusión de lo ocurrido con Posco podría responder a la intención de concentrar en unos pocos las grandes ganancias que deja la inversión minera.