Escandalosos detalles de otra “novia” de Alberto Fernández: "Preciosa, con malos modos"

El explosivo video filtrado de Tamara Pettinato en el despacho presidencial junto a Alberto Fernández cuando todavía era Presidente, desató una ola de polémica que no para de crecer. 

Sin embargo, surgió más información sobre una supuesta amante del exmandatario.

Lo que comenzó como una filtración comprometedora, derivó en escandalosas revelaciones que involucran a Alberto Fernández en hechos impensados. Y esto apenas empieza.

Una azafata conocida de Alberto Fernández en el ojo de la tormenta

En medio de las revelaciones, la periodista Débora Plagger soltó una bomba en el programa Ángel Responde, conducido por Ángel de Brito en Bondi. 

Según reveló, una azafata de 30 años, que trabajaba en una aerolínea privada contratada por el Gobierno, habría entablado un vínculo cercano con Alberto Fernández.

Pero eso no es todo.  Esta mujer terminó siendo contratada en la Casa Rosada bajo la órbita de la Secretaría General de la Presidencia.

“Le cayó súper bien la azafata, una chica preciosa de 30 años, y terminó contratada en la Casa de Gobierno en el áera dependiente de la secretaría general de la presidencia”, contó.

Escándalo en Casa de Gobierno

Lo que más indignó a Plagger fue el comportamiento de la azafata durante su tiempo en la Casa de Gobierno. 

Según sus fuentes, la joven era conocida por sus “malos modos” y su negativa a cumplir con las responsabilidades asignadas.

A pesar de las advertencias de sus superiores, seguía trabajando como azafata y desatendiendo sus funciones oficiales. 

“Después la cambiaron de rol. Persistió en el cargo hasta ahora que Milei vino con la motosierra”, precisó.

Lo que realmente encendió los ánimos de Débora Plagger fue la implicación de fondos públicos en este turbio asunto. 

“Estas mujeres cobraban dineros públicos. ¡Nosotros les pagábamos los favores sexuales que Alberto Fernández quería!”, lanzó la periodista.

Para cerrar su descargo, Plagger fue tajante: “Esto no es un simple chimento. ¡Es un delito! El dinero de los argentinos se utilizaba para cubrir los caprichos personales de un presidente que hacía y deshacía a su antojo”. /Radio Mitre