El gobierno nacional puso en marcha hoy el debate de la privatización de Aerolíneas Argentinas, con la presentación de altos funcionarios en un plenario de comisiones en la Cámara de Diputados, quienes defendieron la salida del Estado de la conducción de la compañía, plantearon el fuerte costo fiscal que genera cada año y apuntaron con dureza contra los gremios aeronáuticos que se resisten a la ofensiva de la Casa Rosada.
El secretario de Transporte de la Nación, Franco Mogetta, no descartó la posibilidad de que la compañía aérea tenga que cerrar y responsabilizó de esa situación a los propios sindicatos aeronáuticos. Las últimas semanas varios paros complicaron a los usuarios y generó duros cruces entre el Gobierno y los sindicalistas.
“Hay presión sobre algunos gerentes de la compañía (los gremialistas) de distintas maneras han logrado que el gerente operacional presente la renuncia al cargo, y la compañía no puede funcionar sin gente operacional”, afirmó.
Y agregó: “Estamos lógicamente en búsqueda del reemplazo para poderla mantener funcionando y no tener que cerrar la compañía. Pero en caso de que la compañía no cuente con estos cargos cubiertos, por normativa, no puede funcionar, con lo cual, no quedaría otra que el cierre de la compañía, generado por los propios sindicalistas”, consideró el funcionario de origen cordobés que expuso en el plenario de las comisiones en Diputados.