¿Milei-Milei es la fórmula para 2027? Apunten contra Villarruel

Política15/12/2024
Milei-Milei

Por Ricardo Kirschbaum

Si alguien brilló por su ausencia en el eufórico festejo del primer año del gobierno libertario fue Victoria Villarruel. Hasta a Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, no lo podía creer que le hicieren gozar ese instante en el histórico balcón de la Rosada, una escenificación para las redes ante una audiencia física casi inexistente, en la que Karina Milei manejó la puesta. La hermanísima, a quien su hermano Presidente le dedicó un párrafo en su discurso por cadena nacional, trajo ministros para que inmortalicen su saludo a la Plaza, y buscó opacar, también, otros entusiasmos.

El mensaje fue claro: Karina es la pieza más importante y decisiva del círculo más íntimo de Milei, al que también pertenece Santiago Caputo y al que, dicen, se van incorporando de a poco el canciller Gerardo Werthein y el jefe de asesores, Demian Reidel, hoy muy ocupado en el próximo anuncio de un plan nuclear para proveer energía a las granjas de inteligencia artificial, que el Presidente sueña con que se instalen en el país.

Aquel discurso de Milei, subrayando el progreso en la baja de la inflación y en la bonanza por venir, puede ser también interpretado como el primer paso de su campaña hacia la reelección en 2027.

Su estrategia no es novedosa pero cree que será efectiva. Otra vez, una sola opción: nosotros o ellos. Y “ellos” son todos los que no adhieren a raja tabla con sus políticas, aun los que adhieren al cambio pero discrepan en algunos puntos o rechazan el desapego institucional o su violencia verbal. En definitiva, para alinear a su tropa, Milei está utilizando el lema de la bandera de Chile: "Por la razón o por la fuerza”.

El protagonismo de Karina y la ofensiva furiosa sobre Villarruel, sobre la que volveremos, se explica aun en su presencia junto a Chiqui Tapia, el enemigo de Milei en la AFA, en una actividad en la que podría haber estado el secretario de Deportes, Daniel Scioli, quien parece desaparecido en acción. También aquella aparición futbolística de la hermana del Presidente podría ser un mensaje directo a Mauricio Macri y sus proyectos de las Sociedades Anónimas en el fútbol. Un asesor oficial sostenía que Milei bloquearía cualquier intento de Macri por volver a su antiguo club porque “Boca es el mayor partido político argentino”, argumentó.

Es que Milei está tan atento a que Villarruel quiera tener fuerza política propia para candidaturas futuras como que Macri finalmente vuelva a tratar de revitalizar al PRO, como se cree. Si hay sangría electoral, que sea escasa, reflexionan cerca de Milei.

Las legislativas del 2025, entonces, serán un trampolín para mejorar su raquitismo legislativo y, sobre todo, impulsar el proyecto de reelección con una fórmula familiar: Javier Milei-Karina Milei.

Milei-Milei sería otro experimento de la saga argentina de ensayos para que todo quede y se resuelva en casa como el Perón-Perón, Néstor sucediéndose con Cristina (mecanismo que terminó con la súbita muerte del ex Presidente en 2010).

Muchas veces estos planes futuros soñados se topan con un cisne negro porque no es la oposición la que les crea problemas sino, muchas veces, la propia creencia de que pueden modificar la realidad a su antojo. Podría estar ocurriendo.

La visión conspirativa trabaja a destajo: la detención infraganti del ex senador Kueider con más de 200 mil dólares sería una operación atribuida a patrullas perdidas de la inteligencia macrista relacionada con el ex presidente paraguayo. ¿Para qué? Para golpear a Caputo, el joven, a quien se atribuyen las gestiones para que Kueider votara la ley Bases?. Simultáneamente, una investigación destapa sociedades off shore del jefe de la bancada macrista, Cristina Ritondo, que le vendió un departamento en Miami al actual jefe de la ex AFIP, Juan Pazo. Un golpe también para el ministro Caputo, que lo puso. ¿Casualidades?

Lo más importante: ¿Estuvo acéfalo el país durante unas horas, desde el viaje de Milei a Italia a la hora que Villarruel asumió el mando? Milei fue claro: la sesión en la que se echó a Kueider es inválida porque la Vice estaba a cargo del Poder Ejecutivo. Para zanjar el problema, alguien desde la Casa Rosada sugirió que Villarruel culpe a algún subalterno por la desprolijidad. No prosperó. ¿Sabía Villarruel o le tendieron una emboscada?

Está claro que quería participar de la sesión en la que se sancionaría la corrupción y que otros -¿Caputo?- carguen con el costo. La furiosa reacción en las redes corroboró esa impresión.

La vicepresidente se expone a una demanda por incumplimiento de los deberes de funcionario público y otros cargos. A su vez, el recurso de Kueider cayó en un juzgado donde supo ser escuchado Sergio Fernández, operador en la Justicia en épocas recientes.

Si prospera el recurso del senador expulsado, el Senado reiterará el voto: es difícil que tantas voluntades ahora voten otra cosa, por ejemplo la suspensión.

¿Qué pasaría si hay una denuncia para formalizar juicio político contra Villarruel, algo que temen en las cercanías de la vicepresidente?

La institucionalidad no es el fuerte de este gobierno -los decretos por Lijo y García Mansilla, serían otro ejemplo- y es lo que también miran los inversores. /Clarín

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