



El presidente de Bodegas de Salta, Alejandro Martorell, en diálogo con Informate Salta brindó un panorama mixto sobre la actualidad de la vitivinicultura en la región.
Aunque la cosecha de este año superó ampliamente a la del ciclo anterior, el contexto económico sigue siendo desafiante para los productores.
“La cosecha de este año fue mejor que la del año pasado, no tenemos la cifra de todo el Valle, pero es 20% más seguro", detalló Martorell.
Sin embargo, aclaró que el incremento en la producción no se traduce necesariamente en mejores ingresos: "Los precios de la uva no fueron muy buenos para el sector debido a la caída de ventas que tuvimos el año pasado”.
A nivel nacional, Salta representa apenas el 1,8% del total del vino producido en el país. Esta baja participación condiciona el poder de negociación del sector. “Nosotros producimos el 1,8% del vino del país, así que por ejemplo hay zonas en Mendoza donde no hubo buenas cosechas, en cambio acá sí, pero con el precio del año pasado, algo que no nos beneficia”, señaló.
El frente externo tampoco resulta alentador. Los costos en dólares y la falta de competitividad internacional complican la actividad exportadora. “El costo interno en dólares nos ha subido mucho y al que exporta le es difícil poner un valor en dólar. Los valores están más o menos fijados y Argentina no es un exportador barato, por lo cual es difícil la competencia”, explicó Martorell.
Además, el sector enfrenta un problema estructural compartido con otras actividades productivas: la pérdida de mano de obra. “Nos pasa lo mismo que en todos los sectores, estamos esperando que los mercados bajen, que el costo laboral baje, entre otras cosas. Hubo una gran migración en la vinería que ha optado por ir a la minería y construcción”, lamentó.
La esperanza de los productores salteños está puesta en una recuperación del mercado interno y externo que permita capitalizar los buenos resultados de esta última cosecha.







