



River atraviesa un momento extraño. Es curioso lo del club de Núñez porque se ubica cómodo en las primeras posiciones de la Zona B del Torneo Apertura y sumó cuatro puntos en sus primeros dos partidos en la fase de grupos de la Copa Libertadores, pero el equipo de Marcelo Gallardo no termina de aparecer y la sensación que domina en los hinchas es la decepción.
Es que desde el regreso del Muñeco, a mediados del año pasado, se invirtieron decenas de millones de dólares en refuerzos y, aunque la vara se puso muy alta, se dieron partidos y resultados preocupantes. Por ejemplo, los recientes empates contra Sarmiento de Junín y Barcelona de Guayaquil, dos rivales de menor valía. La falta de gol, por impericia o mala fortuna, es otro problema que parece no tener solución.
En ese contexto deportivo, River es noticia por un episodio ajeno al campo de juego y que tiene como protagonista a un relator y periodista partidario que cubre el día a día del club. Se trata de Hernán Santarsiero, apodado el Tano, quien desde hace tiempo se destaca por ser muy crítico con este segundo ciclo de Gallardo en el Millonario pero que en las últimas horas pasó varios límites en sus opiniones.
Lo hizo al hablar "sobre el presente futbolístico" del club, al tratar al DT como "una persona enferma" y "vulnerable". "Yo les dije que tiene problemas personales", afirmó Santarsiero en uno de sus habituales editoriales sobre el Muñeco, en su canal de streaming por YouTube, Sintonía Monumental.
"Lo usaron, quisieron que sea su paraguas protector, pero es un paraguas que está hecho mierda", comentó haciendo referencia a la dirigencia de River que eligió a Gallardo para reemplazar a Martín Demichelis.
Los polémicos dichos de Santarsiero tuvieron un complemento todavía más repudiable: uno de sus panelistas, disfrazado con una máscara de gallina, despotricó contra el entrenador y vociferó que si "tiene un problema, que se suicide o que se ahorque, pero que nos deje tranquilos".
El video se hizo viral en las redes durante todo el jueves y el viernes temprano obligó a que el club tomara cartas en el asunto en defensa del hombre que al día de hoy tiene una estatua de 8 metros de altura en la entrada del Monumental.









