



El invierno llegó con todo y la ola polar no da tregua, las temperaturas en Salta bajaron drásticamente. Pero lejos de ser un impedimento, el frío también puede ser una oportunidad perfecta para redescubrir la ciudad desde otra perspectiva.
¿Qué hacer cuando la térmica llega a los 0°? Le preguntamos a ChatGPT y estas son algunas de las propuestas para disfrutar el invierno salteño sin necesidad de salir corriendo a la estufa.
- Buscar calor en una taza humeante
El frío se combate con abrigo... y con buen café. Salta tiene una creciente cultura cafetera con espacios que ofrecen granos seleccionados, métodos de filtrado especiales y ambientes acogedores. Ideal para refugiarse una tarde, trabajar, leer o simplemente charlar. - Aventurarse en los cerros y caminos de altura
Para los más valientes, el frío extremo puede convertirse en una postal inolvidable. Las rutas de montaña ofrecen vistas únicas en esta época del año, con amaneceres escarchados, cielos despejados y, en algunos casos, hasta la posibilidad de ver nieve. Anoche, muchos salteños subieron en busca de ese mágico momento.
- Visitar museos o espacios culturales
El invierno es una excusa perfecta para explorar el patrimonio de la ciudad. Con entrada libre o a precios accesibles, los espacios culturales son ideales para recorrer sin apuro y a resguardo del clima. - Aprovechar ferias o mercados locales
Cuando hay sol invernal, caminar por una feria barrial o un mercado artesanal es un paseo ideal. Productos regionales, comidas típicas y un ambiente cálido que compensa el viento helado.
- Regalarse una tarde de spa o autocuidado
Masajes, baños de vapor, cuidados de la piel o simplemente una siesta extendida: el frío también puede ser una invitación al relax. Cuidarse en invierno no solo es cuestión de salud, también es un mimo para el cuerpo. - Explorar pueblitos cercanos con encanto invernal
Algunos destinos turísticos ganan un encanto especial en invierno, San Antonio de los Cobres, Cachi o Cafayate, suelen ser las opciones más elegidas. Calles tranquilas y paisajes silenciosos hacen que la experiencia sea distinta a la del verano. No hace falta ir muy lejos: basta con tener espíritu de descubrimiento.
Y si el frío te gana, siempre queda la opción de abrigarte bien, hacerte algo caliente y disfrutar de una buena peli, serie o libro desde el calor de tu casa.


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