Murió el Padre Chifri a los 48 años de edad

Estaba en la ciudad de Salta desde hace tiempo tratándose por una caída que había sufrido. El sacerdote católico Sigfrido Moroder –conocido como padre Chifri realizaba una enorme tarea social en los cerros de Rosario de Lerma. Sufrió un infarto durante la mañana de hoy. Creó El Alfarcito, un establecimiento educativo secundario modelo en el país por su ubicación en medio de los cerros y por su proyecto de inclusión. Había recibido numerosos premios de orden provincial y nacional por su tarea social.

Sociedad23/11/2011

Un artículo en Diario La Nación relataba sobre su vida:

Si de algo sabe Sigfrido Moroder es de adversidades. Y si algo él les mostró a los obstáculos que la vida le puso adelante es que es capaz de superarlos.

Este sacerdote católico, al que todos conocen como padre Chifri, sufrió un terrible accidente que casi le cuesta la vida y estuvo confinado a una silla de ruedas. Empujado por las ganas de salir adelante, desafió sus propios límites y volvió a ponerse de pie.

Para seguir buscando ayuda para las comunidades salteñas y para traer su mensaje de esperanza, Chifri estuvo en Buenos Aires, donde presentó el libro que escribió cuando se recuperó: "Después del abismo".

En 1999 fue llamado a misionar en Rosario de Lerma, a 30 kilómetros de la capital salteña. "Me ofrecí a ir a una capilla sin sacerdote y me destinaron a ésta, que estaba en construcción", recuerda. La zona que Chifri debía atender era extensa, tenía 27 comunidades y 21 escuelas rurales, a las que asisten más de 1000 chicos. Todo a una altura considerable: entre los 1500 y los 3700 metros sobre el nivel del mar. "El acceso era muy difícil", aclara.

Así empezó a caminar unas 16 horas para alcanzar las comunidades más alejadas de la Quebrada del Toro. A pesar de las distancias y del esfuerzo que suponía llegar a esos parajes, Chifri no dejaba de visitarlos.

"Además de la labor en catequesis, quería apoyar el trabajo de los maestros, que hacen de todo por los chicos: desde lavarles los dientes a darles remedios si se enferman. Hacen de papá y mamá", explica.

Cada vez que llegaba a un lugar, visitaba la escuela, las casas, el cementerio, celebraba sacramentos. Su primera adquisición fue una radio, con la que comunicó a las escuelas en una red. El segundo paso fue mejorar la alimentación que brindan esos establecimientos: con donaciones y colectas que conseguía en Buenos Aires pudo empezar a ayudarlos.

A Chifri se le ocurrió, en 2002, organizar Expocerros, una muestra anual sobre cómo es la vida en los cerros que, al mismo tiempo, les ofrece la posibilidad de vender sus productos sin intermediarios.

Después surgió la idea de becar a los chicos de los cerros que querían seguir estudiando. Con la ayuda de la fundación Grano de Mostaza, empezó a ayudarlos.

Fuente: www.informatesalta.com.ar

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