Se cumplen mañana 17 años de la muerte de Roberto Romero

Roberto Romero fue gobernador de la provincia entre 1983 y 1987, diputado nacional entre 1987 y 1991 y nuevamente candidato a gobernador en este último año.

Sociedad13/02/2009

A la edad de treinta años inicia su labor empresaria con el Diario “El Tribuno” de la Ciudad de Salta conjuntamente con otros empresarios salteños, y hace de este medio periodístico uno de los más importantes del país. Mucha de la labor desempeñada por Roberto Romero se encuentra vinculada a la trayectoria de más de cincuenta años de “El Tribuno” y de varias emprendimientos empresarios.

Pasada la etapa del último proceso militar que abarcó desde 1976 a 1983, Roberto Romero se presenta como candidato a gobernador por una línea interna del Partido Justicialista en las elecciones partidarias a realizarse en 1983. En mayo de ese año un fallo del Juez Federal de Salta, ante la impugnación de un triunvirato partidario, confirma la validez de la afiliación de Roberto Romero. La medida del Juez Lona dejó sin efecto la resolución del 9 de marzo de ese año por la cual ese triunvirato rechazaba la afiliación de Romero la cual, añadió el magistrado, nunca fue cuestionada entre los años de 1972 y 1976.

Las internas del Justicialismo tienen dos protagonistas: la lista Unidad y Renovación encabezada por Roberto Romero y Unidad Peronista, lista Amarilla, encabezada por Carlos Caro, dirigente de la Coalición del Interior, además, las listas Verde y Blanca. Las elecciones internas se realizan el domingo 14 de agosto de 1983. El 27 de agosto, al obtener la Lista Roja mayoría de 54 congresales, el Justicialismo proclama la fórmula Roberto Romero – Jaime Hernán Figueroa para la elecciones del 30 de octubre de ese año.

Otros doce partidos políticos presentan candidatos. Pero sólo dos, el Partido Justicialista y la Unión Cívica Radical, superan el 40 por ciento de los votos. El recién creado Partido Renovador logra el tercer lugar obteniendo el 17 por ciento para sus candidatos Ulloa – Bernardino Arce.

La campaña electoral trascurrió sin incidente graves y acompañada del entusiasmo popular.

La noticia y confirmación de la victoria de Roberto Romero provoca manifestaciones de júbilo y adhesión frente a la sede partidaria. Diez años después de que el Frente Justicialista de Liberación Nacional hubiera consagrado la fórmula Miguel Ragone – Olivio Ríos, el peronismo revalidaba su condición de movimiento político mayoritario, condición inaugurada en 1946 y mantenida desde entonces.

A mediados de noviembre Romero da a conocer el nombre de los ministros y secretarios de estado que lo acompañarán en su gestión.

El 10 de diciembre de 1983 a las diez de la mañana Romero se convierte en el primer gobernador de la transición democrática y en el octavo mandatario salido de las filas del justicialismo.

“Su administración se caracterizó por desarrollar en los primeros años trabajos de promoción en el campo social. De esta manera se elaboraron planes de salud que redujeron la mortalidad infantil, junto a proyectos educacionales, que llevaron a los docente a percibir un salario superior al 40 por ciento en relación a la Nación”, dice el historiador Walter Bosisio en un libro editado en 1995 por el Centro Editor de América Latina en Buenos Aires.

El gobernador entiende que la obra pública es un aspecto importante de su gestión, pero que su tarea no puede agotarse en ella. Comprende también que debe gobernar para la Provincia, pero sabe además que no puede hacerlo ignorando una realidad regional marcada por problemas y anhelos similares. El encierro de nuestro individualismo provincial “no nos llevará a ningún lugar”, sostiene el gobernador.

Para superar la primera limitación promueve el Acta de Coincidencia Democrática que se firma el 18 de Julio de 1984 en el Cabildo Histórico con la presencia del Ministro del Interior Dr. Antonio Tróccoli y varios de los principales dirigentes políticos nacionales.

Para superar la segunda limitación apunta a institucionalizar como región operativa al Norte Grande, integrado por nueve provincias del Noroeste y Nordeste argentino.

El 10 de octubre de 1986, después de un breve período de gestión, reflexión y negociación, los gobernadores de esas nueve provincias del NOA y del NEA suscriben en Salta la “Declaración para la Integración del Norte Grande Argentino”. Entre los objetivos acordados se destacan los referidos a la adecuación de los mecanismos jurídicos e institucionales tendiente a mejorar la capacidad de compre regional; la organización y promoción de las exportaciones regionales y el incremento del intercambio con los países latinoamericanos; la descentralización de los servicios nacionales vinculados con el comercio exterior; la creación de un sistema regional de investigación y desarrollo; la elaboración de un plan de industrialización regional y la implementación de una red de transporte transversal – multimodal.

Tan importantes son los logros materiales y las conquistas sociales como el fortalecimiento de una democracia naciente y aún amenazada por algunos remanentes autoritarios que no tardarán en florecer en los motines militares que se sucedieron entre 1987 a 1990. Una de las coincidencias políticas apunta, precisamente, a afianzar los derechos y garantías constitucionales como base de la convivencia en libertad.

El gobernador Roberto Romero plantea la necesidad de reformar la Constitución de la Provincia para consolidar esas garantías, para asegurar las autonomías municipales y para dar a los partidos políticos y a la región rango constitucional. El 12 de junio de 1985 Romero anuncia la constitución de grupos interpartidarios para comenzar los trabajos de elaboración del proyecto de reforma constitucional. “De la reforma, dice, deben participar todos los salteños sin excepción, para la Constitución que resulte perdure en el tiempo”.

Las elecciones de constituyentes realizadas en noviembre de ese mismo año determinan que el cuerpo estará integrado por 68 representantes del Justicialismo, 60 de la UCR, 26 del Partido Renovador de Salta y uno del Partido Tres Banderas. El tres de enero de 1986 se realiza la primera sesión preparatoria, concluyendo los trabajos luego de diecisiete reuniones, el 2 de Junio de ese mismo año.

Las elecciones del 6 de setiembre de 1987 ratifican al Justicialismo en su condición de fuerza principal de la provincia. La fórmula a gobernador y vice, integrada por Hernán Cornejo y Pedro Máximo de los Ríos triunfa en toda la provincia. “El 10 de diciembre, el pueblo de Salta era testigo a través de su presencia o bien siguiendo las alternativas por televisión de la transmisión del mando gubernamental en el Cabildo Histórico. Roberto Romero acaba de ser el protagonista principal de la vida institucional de la provincia”.

Posteriormente el ex gobernador asume la banca de Diputado Nacional por la provincia de Salta en el Congreso de la Nación por el período 1987 – 1991.

Vuelve a participar de las internas partidarias para competir nuevamente en la categoría de Gobernador. Con el triunfo de la lista encabezada por Roberto Romero sobre la encabezada por Hernán Cornejo se normaliza el Partido Justicialista de Salta, cesando su intervención.

En las elecciones provinciales de 1991 pierde las elecciones para Gobernador frente a la fórmula del Partido Renovador de Salta integrada por Roberto Augusto Ulloa – Ricardo Gómez Diez. En ese año cumple su mandato como legislador nacional por su provincia y se retira a la vida privada.

En el mes de febrero de 1992, estando de vacaciones con sus familiares en la República de Brasil, sufre un desafortunado accidente de tránsito, falleciendo como consecuencia de las heridas recibidas.

Fuente: www.camdipsalta.gov.ar

Fuente: www.informatesalta.com.ar

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