Caso Guantay: Esta semana se conocerán los resultados de ADN

“Se trata de un procedimiento complejo que consta de un mínimo de once etapas y exige el uso de equipos sofisticados. A diferencia de la extracción en tejidos blandos, en estos casos se debe procesar el hueso hasta reducirlo a una sustancia blanda, de la cual pueda extraerse una célula, cuyo núcleo tiene el ADN que se busca” indicó el fiscal González Miralpeix.

Lo hizo en el marco de la investigación que lleva adelante en torno al hallazgo de restos óseos en las márgenes del río Mojotoro el 7 de marzo pasado. El cuerpo encontrado se hallaba en estado de esqueletización, no obstante, por unas prendas femeninas existentes en el lugar, se presume que se trataría de una mujer.

Tras conocerse el hallazgo, Verónica Guantay, una vecina de un barrio cercano a la zona donde se hallaron los restos, se presentó en la escena y reconoció las prendas como pertenecientes a su hija, Daniela, quien se halla desaparecida desde el 28 de febrero pasado.

“Se le explicó el protocolo que se sigue en estos casos, donde el cotejo genético es base para determinar la identidad de la persona. En este caso, y dado el estado de esqueletización de los restos, informamos a los familiares que el proceso iba a demandar un poco más de tiempo, entre 21 y 25 días, aproximadamente” agregó el fiscal.

Cuando se trata de restos óseos en estado de esqueletización, el procedimiento es “más complicado, ya que se debe trabajar sobre una materia dura, como lo es el hueso”. Para estos tipos de casos, el Servicio de Biología Molecular Forense del Departamento Técnico Científico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales tiene un proceso más extenso y complejo, en el cual no sólo participa el perito con una tarea manual, sino también se requiere el uso de equipos sofisticados y con un rol determinado.

“Básicamente se trata de un proceso que consta de 11 etapas, que van desde la limpieza minuciosa de la pieza a analizar, la toma de una muestra, la cual luego es sometida a varias fases que tienen como objetivo el descalcificado de la muestra ósea”, expresó.

Para la descalcificación, González Miralpeix explicó que los peritos trabajan con distintos equipos, entre ellos un agitador térmico, el cual es operado por un lapso de entre 3 y 7 días, cuidando la temperatura y otros aspectos, como el uso de químicos.

“En esta etapa, el hueso pasa de un estado sólida a blando, como una sustancia, de la cual es mucho más accesible extraer una célula, aunque para ello es necesario primero someterla a distintas reactivos y agentes que terminen de eliminar el calcio”, indicó Rodrigo González Miralpeix.

“Posteriormente, se llevan a cabo distintos procesos para purificar la sustancia ya libre de calcio, pues aún existen otros organismos que deben ser separados a fin de poder obtener una célula pura. En estas etapas, se utilizan equipos como un centrifugador y otras agentes químicos, los que exigen no sólo el encendido o apagado de un equipo, pues todo es vigilado constantemente por los peritos a fin de cumplir con los protocolos de uso del equipamiento”.

“Por último, y una vez que la muestra está purificada se procede a cuantificarla y amplificarla a fin de poder extraer entonces el ADN del núcleo de una de las células que pudieron obtenerse del material óseo en el que se hallaban, siendo el último paso el cotejo genético con la muestra tomada a los familiares.”, explicó el fiscal.