Del Congreso a la calle, la estrategia de David para llegar a la gobernación

El diputado sabe que debe recorrer la provincia pero sin perder protagonismo en el ámbito legislativo. Se reunió con los intendentes para lograr apoyo en el interior. Apuesta a la redistribución del poder político y el desarrollo económico provincial.

Política 27/09/2018
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A prácticamente un año de las elecciones en Salta y a nivel país, y teniendo en cuenta que Juan Manuel Urtubey no puede aspirar a un nuevo mandato, el diputado nacional Javier David, ya trabaja en pos de su candidatura a gobernador de Salta.

El legislador es conciente que para llegar con chances a las elecciones del año próximo debe recorrer la provincia pero sin perder protagonismo en el Congreso Nacional, que se consolidó como el principal teatro de operaciones de la política nacional.

David ya mantuvo una veintena de reuniones con los jefes comunales de toda la provincia, a los fines de buscar apoyo puesto que si bien su figura atraviesa a los capitalinos, en el interior es poco conocido, como el resto de los candidatos a gobernador, con excepción de Alfredo Olmedo y Sergio Leavy en el norte provincial.

Para el periodista Daniel Ávalos, su respeto por los dos grandes jefes políticos de la provincia no impiden que desee caminar sólo, principal diferencia entre él y los otros candidatos que provienen del peronismo como Miguel Isa o Sergio Leavy. Estos últimos tienen en Urtubey o Cristina Kirchner como una especie de profetas.

El ex ministro de economía, según el medio Cuarto no oculta el criterio de independencia, aunque tampoco se pavonea de ello. Por ello casi ni habla de aquellos tiempos en que le explicitó a Romero que su ciclo electoral estaba cerrado cuando éste intentó volver a la gobernación en el 2015; o su rechazo a la reforma previsional en diciembre pasado cuando Urtubey había comprometido a la Casa Rosada el voto de sus legisladores.

Para David, lo deseable para la provincia depende del empuje de lo nuevo, aunque recuperando lo mejor de aquello que se quiere dejar atrás. Y lo deseable, se resume en redistribución del poder político y desarrollo económico provincial.

La idea es acabar con un tipo de poder concentrado en el entorno más inmediato de los gobernadores de turno para redistribuirlo entre el conjunto de la clase política y otros sectores de la sociedad civil con el objeto de diseñar y ejecutar de manera descentralizada los planes de gobierno.

Además sostiene que el desarrollo resulta crucial no sólo en términos económicos sino también políticos. No quiere que legisladores, intendentes y ciudadanos comunes esperen casi todo del Estado.

La propuesta apunta a diversificar la matriz productiva aprovechando los recursos naturales con los que cuenta la provincia. Sin embargo, aclara que los emprendimientos a desarrollar en el futuro deben tener valor agregado, aportar conocimientos en la producción, y generar empleos que se sostengan en el tiempo.

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