Los puntos claves para calificar el intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner

Nacional 05/09/2022
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Luego del intento de magnicidio por parte de Fernando Sabag Montiel contra Cristina Fernández de Kirchner, se están esperando las pruebas para calificar la causa. El medio MDZ Radio habló con Maximiliano Hairabedian, profesor de Derecho Procesal Penal de la Universidad Nacional de Córdoba, sobre los posibles encuadres que se pueden dar a la causa.

El especialista explicó que el magnicidio no está regulado cómo un delito específico en el Código Penal, pero que hay muchos calificantes para homicidio. “Es decir, circunstancias que llevan a que un homicidio tenga pena de prisión perpetua. Pero entre esas circunstancias que llevan a un homicidio a cadena perpetua, no está previsto matar a alguien que sea muy importante públicamente en la vida de un país, como puede ser un gobernante. Esa es una curiosidad en nuestro sistema”.

Hairabedian detalló que el homicidio se califica y tiene perpetua en muchas circunstancias. Por ejemplo, si la víctima es un policía o un guardia de la cárcel o si es una mujer en el caso del marco de violencia de género, entre otros casos. “Pero no está contemplado, sobre los altos gobernantes o mandatarios del país cómo un delito específico, o matar por odio político”.

Por lo tanto, el especialista argumenta que se tendrá que ver las penas del homicidio en general, para ver cuales se aplican para Sabag Montiel por intento de magnicidio. “Ahí es cuando puede variar la pena, de acuerdo a cual sea el delito en el que la investigación y las pruebas permitan encuadrar el magnicidio”.

“Por ejemplo, si se logra determinar que un magnicidio fue planificado por varias personas es un agravante que lleva a la perpetua, si se concreta el hecho. En este caso, hay que ver cuáles son las pruebas. De todas formas, hay una tentativa de homicidio, hay que acreditar que el autor tenía ánimo de matar y que no pudo hacerlo debido a una razón ajena a su voluntad”, profundizó Hairabedian.

“Hay casos en los que probar el ánimo de matar es fácil y en otros es más difícil. Yo creo que en un caso en el que una persona con un arma está cargada con proyectiles, balas y está apta para el disparo y funciona; y la persona le apunta a una parte vital del cuerpo a otra a quemarropa y gatilla aunque no salga la bala, resulta un caso fácil para probar la intención homicida. Igualmente todo va a depender de la prueba”, explicó el especialista.

En el caso hipotético de que el acusado declare que sabía que el arma no iba a disparar, el especialista argumenta que “la acusación no necesariamente caería ya que también va a depender de las pruebas que haya más allá de su declaración. Si es cierto, que es clave probar la intención de matar, si se quiere que el caso se encuadre en una tentativa de homicidio”.

Además remarcó que “entre las cosas que se tienen en cuenta para agravar la pena, una de los principales aspectos es la gravedad del hecho.  Obviamente intentar matar a una vicepresidenta de la Nación tiene una gravedad muy superior a la de otros homicidios.  Por lo tanto, seguramente si llega el día en el que hay una sentencia declarativa de culpabilidad por ese delito, la gravedad del hecho va a repercutir en la pena. No porque sea un delito distinto sino porque dentro de la escala que da el Código Penal de un mínimo y un máximo, eso va a direccionar la pena hacia este último”.

Finalmente el especialista concluyó: “En nuestro Código es llamativo que no haya una pena por magnicidio, sobre todo cuando sí las hay por matar a alguien por ser policía, guardiacárcel, o por su orientación sexual”.

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