Masiva teteada solidaria en San Isidro, donde impidieron amamantar a una madre
La plazoleta de San Isidro en la que hace cinco días dos mujeres policías impidieron amamantar a una madre, contuvo a decenas de mujeres que se autoconvocaron para dar la teta a sus bebés. La original protesta se hizo extensiva varias ciudades y provincias argentinas .
La plazoleta de San Isidro en la que hace cinco días dos mujeres policías impidieron amamantar a una madre, contuvo a decenas de mujeres que se autoconvocaron para dar la teta a sus bebés, en el ejercicio del derecho a hacerlo en un espacio público, acompañadas por cientos de personas.
En el triángulo formado por las calles 9 de Julio, Belgrano y Acasusso, en pleno centro comercial del barrio de San Isidro, está la plazoleta del mástil, donde una docena de bancos fueron escasos para que pudieran sentarse todas las mamás que participaron de la 'teteada' masiva, intervención urbana surgida de la denuncia de Constanza Santos.
Ella fue allí el martes, se sentó a amamantar a su hijo de nueve meses y dos mujeres policías le dijeron que estaba prohibido. La joven de 22 años que fue a la Comisaría de la Mujer, donde no le recibieron la denuncia, contó su historia en Facebook y el 'tetazo' solidario fue imparable en todo el país.
"Tengo las tetas más famosas de San Isidro", dice entre risas Lucía, mientras amamanta a Casandra y Penélope, sus mellizas de 10 meses, como lo hace "muy seguido, acá, en este mismo lugar de donde echaron a Constanza", compartió con Télam.
"Nunca jamás me dijeron nada, al contrario, la gente me tira buena onda", agregó, por eso su "indignación por lo que le pasó a esa chica: ¡una locura!".
Marisol y Mayra son hermanas y llegaron al lugar desde Escobar con sus bebés Bautista y León, que son parte de una familia más numerosa: "A todos nuestros hijos los amamantamos, en todos lados. Resulta que las tetas no son problemas en los carteles en la calle o al mediodía en la televisión, pero sí cuando una mamá da la leche. Ridículo", deploró.
En otro de los bancos está Elba, de 87 años, quien llegó junto a su nieta, que está amantando a la bisnieta, completando varias generaciones que participan del 'tetazo'.
"Querida, yo le di a mi hija de mamar hasta los dos años, y eso fue hace 60. Hoy estoy acá porque no podemos retroceder de esta manera molestando a una madre y a su hijo que está alimentándose", reflexionó Elba, mientras varias mujeres con sus pechos descubiertos asentían.
Las mujeres comenzaron a concentrarse a las 15 y media hora después fue necesario cortar las calles aledañas por la cantidad de personas que se sumaron.
Como los bancos no alcanzaron, muchas eligieron el piso para sentarse a amamantar, mientras otras hacían un círculo con carteles recordando que la ley 26.873 propicia la lactancia materna; y otros reivindicaron la libertad de los cuerpos femeninos y los derechos de los niños y niñas.
De la ronda de madres participó Victoria Donda, diputada nacional de Libres del Sur, que alguna vez fue cuestionada por dar de mamar a su hijo en el recinto del Congreso.
También acompañó el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, que en dialogo con Télam resaltó "esta protesta pacífica, este canto hermoso a los derechos ante las acciones represivas. Las autoridades tienen que tomar nota de esto".
Recorriendo la plazoleta estaba además Vilma Ripoll, dirigente del Movimiento Socialista de los Trabajadores que valoró "esta oportunidad que tenemos para tomar conciencia" y pidió que "no se castigue a las policías que generaron todo esto, sino que se capacite a toda la fuerza, que se entienda que fue un acto de violencia institucional que se da en un contexto de un gobierno de derecha, porque no creo que en otra situación esto hubiera sucedido".
Las lecturas políticas fueron a la par del acto que protagonizaron las madres lactantes, con un importante acompañamiento de varones, como Octavio que confesó estar allí porque "los hombres debemos cambiar, construirnos de otra manera, dejando el machismo".
El lugar, que hace apenas cinco días fue escenario de un hecho violento, se convirtió en la jornada en una fiesta masiva de reivindicación de derechos, con la mirada y las sonrisas de cientos de bebés, mientras las percusionistas de Rumbanda giraban rodeando la plazoleta al son de los tambores.
Fuente: Telam