Entre la seducción y el debate: ¿El Pole Dance “cosifica” a la mujer?
Luego de que un conocido boliche de Buenos Aires sacara los caños de baile de su salón, dialogamos con Claudio Leal, exponente de la actividad en Salta. Lejos de sus orígenes en cabarets, el Pole Dance gana territorio como deporte y cada vez son más las mujeres que se animan a elegirlo.
Omar Suárez, dueño del icónico boliche Cocodrilo de la Ciudad de Buenos Aires, dio a conocer la a través de las redes sociales la decisión de sacar los caños que había en el local bailable para ir en contra de la “cosificación” de la mujer. A partir de esta determinación, se desató la polémica: ¿Sigue siendo el Pole Dance una actividad exclusiva de la noche?, las personas que lo aprenden, ¿buscan una fuente de trabajo, o un momento recreativo?
Para atender nuestras dudas, InformateSalta dialogó con Claudio Leal. Claudio no sólo resalta por los diferentes reconocimientos que logró gracias a su destreza, sino que además es uno de los exponentes más significativos en la formación y enseñanza de Pole Dance. Junto a su academia, Pink Pole Studio, ofrece clases diarias para quienes sientan curiosidad e inquietud sobre el tema.
A su salón llegan, en su mayoría, mujeres. Sin embargo, no lo hacen en búsqueda de una fuente de trabajo: “La persona que elige hacer Pole Dance es porque le gusta, no tiene nada que ver con la cosificación, sino de elegir lo que te hace más feliz. En su mayoría, las que eligen la actividad son mujeres grandes, mujeres que tienen sus actividades, sus trabajos, su vida hecha”, explica.
Tampoco podemos desligar a la actividad de sus orígenes. “Somos conscientes de que es una actividad que nació en los cabarets: no podemos negar sus raíces, pero es molesto para nosotros tener que resaltar siempre que es una actividad deportiva y artística”, explica Leal, a lo que añade: “Si una mujer elige hacer esto es porque lo eligió ella, no porque la hayan obligado”.
Una actividad que crece
La amplia concurrencia que se ve en el estudio de Claudio, demuestra que son cada vez más las personas que quieren aprender Pole Dance. “El baile en el caño con tacos se está poniendo de moda, e incluso se hacen campeonatos. Al estudio llegan alumnas que quieren aprender trucos con nombre, como si fuese el profesorado; hay otras que quieren ir a divertirse, a descargar y seguramente hay otras que van a la clase y después puertas afuera trabajan en la noche, o no sé: no nos metemos en eso”, concluyó.
Cabe destacar que lejos de lo que se cree, el Pole Dance exige preparación física, resistencia, además de sensualidad y, a pesar de llevar la posta las mujeres, los hombres poco a poco se atreven a sumarse.