Sociedad25/11/2017

¿Fin de año y tus hijos se llevan materia a rendir?: A no perder la calma

Si hay materias a no desesperarnos, mantener la calma. Lo hecho, hecho está. Hoy los enojos, las lágrimas y los lamentos no solucionan ni suman nada. Llevarse una materia no es el fin del mundo.

Llega fin de año y con él la finalización de un ciclo lectivo, y como papás tal vez nos sorprendamos con las materias para recuperar o rendir. Si realizamos un seguimiento a lo largo del año seguramente nada nos sorprenderá, pero si esto no sucedió ¡hay! que dolor de cabeza podemos agarrarnos!!

Si hay materias a no desesperarnos, mantener la calma. Lo hecho, hecho está. Hoy los enojos, las lágrimas y los lamentos no solucionan ni suman nada.

Hablar, sin gritar con los chicos y reorganizarse para sentarse a estudiar y lograr los objetivos para aprobar la materia en Diciembre y evitar llevarla a Marzo. Transmitirles que sí estamos enojados y que no cumplieron con los objetivos planteados al inicio del año, que esperamos que tomen conciencia de la importancia de estudiar y aprobar. Desaprobar, es no haber dedicado un tiempo suficiente a la materia y que fundamentalmente nunca debemos subestimar a la materia y mucho menos a la profesora que la dicta.

Llevarse materias hoy por hoy,  se vive en muchos senos familiares como una situación en donde se dice: “No es para tanto”,  en cambio en otras es un verdadero drama y a las materias hay que sumarle  las penitencias, los retos y los enojos, porque como papás sentimos que nos “defraudaron”.  

Cuando digo “defraudaron” es que como padres nos brindamos íntegros y les damos todo cada día y solo les pedimos que estudien porque es lo único que podemos dejarles como legado. Y no logran entender.

Exigimos, porque sabemos que tienen la capacidad suficiente para cumplirnos, si no lo hacen es simplemente porque la “vagancia”, ser “cancheros” y los “celulares” influyen notoriamente en el rendimiento escolar.  Es necesario que los chicos de hoy cuenten con  el habito de estudio.

Si somos consientes y conocemos a nuestros hijos en su relación con el estudio lo ideal es “acompañar” en el proceso de adaptación desde el primer día de clases. Es estar y saber la relaciones que tienen nuestros hijos con cada profesor y sus respectivas materias. Así podremos hacer un seguimiento de nuestros hijos.

Con los hijos adolescentes en secundario, es un poquito más complicado de inmiscuirnos pero hasta que no los observemos en un cien por ciento seguros y confiados evitemos dejarlos; ¡que renieguen! no importa; estoy segura que al llegar fin de año nuestros hijos nos van agradecer de haberlos acompañados permanentemente.

Fundamentalmente busquemos que los chicos tengan confianza en sí mismos, que el miedo a rendir no los paralice, que sepan desde el primer día de clases que hay que dedicarle cada día una o dos horas de estudio diario para no atrasarse y así evitar la acumulación de tareas y trabajos para presentar. Si fuese necesario y podemos, brindarles la oportunidad de una profesora particular que pueda resolver las confusiones que se presentan con algún tema de la materia a recuperar. Buscar alternativas de comprensión y entendimiento de conceptos .

Que aprobar estudiando, sea el objetivo que una a la familia . Al terminar de rendir y con resultados óptimos podremos hablar con nuestros hijos sobre lo acontecido y dejar perfectamente en claro que queremos y como en lo que respecta al desenvolvimiento académico de nuestros hijos,

De cada materia a recuperar tiene que salir un gran aprendizaje interior para nuestros hijos; y como padres aprender a que los hijos no son perfectos y que llevarse una materia no es el fin del mundo.

Escuchar. Hablar. Comprender y entender.