Sociedad24/08/2018

Sigue la incertidumbre entre los empleados de Santiago Sáenz

La planta que la empresa salteña tiene en Pacheco, Buenos Aires, está totalmente paralizada. Además adeuda parte del sueldo de julio y el aguinaldo. Se especula con una posible venta al grupo Queruclor.

Planta en Pacheco

Unos 250 trabajadores de la empresa salteña Santiago Sáenz llevan meses sin saber qué pasará con sus empleos. Asisten a sus puestos en la planta que la compañía tiene en Pacheco, provincia de Buenos Aires, pero no pueden realizar ninguna tarea porque la fábrica está completamente paralizada. Aún peor, al día de hoy les deben parte del sueldo de julio y el aguinaldo completo.

Uno de los empleados de la empresa, cuya identidad se mantendrá en reserva, detalló a El Tribuno que los problemas en la planta de producción, donde fabricaban talco para pies, antitranspirantes, desodorantes, gel para el cabello y jabón de tocador, entre otros productos, empezaron aproximadamente hace tres meses.

"Comenzaron a retrasarse con el pago de los sueldos y fueron bajando la producción hasta que detuvieron las actividades por completo", confirmó, y agregó: "Nosotros venimos todos los días a horario y marcamos la entrada y la salida, pero solo para conservar y cuidar nuestro puesto laboral, ya que en la fábrica no se hace absolutamente nada ni tareas de mantenimiento".

Tras el pedido de quiebra de Sáenz, tramitado en marzo de este año, se especula con la eventual venta de la empresa al grupo Queruclor, fabricante de las marcas Querubín, Trap, Polyana y Odex, entre otros.

"Nosotros estamos esperando una respuesta en cuanto a dinero, para que achiquen lo adeudado, y que nos digan qué pasa con la empresa; si se vende o quiebra; que resuelvan nuestra situación", reclamó el trabajador, e indicó que esta semana estuvieron en las instalaciones de la planta dos secretarias del juez Pablo Muiños "supuestamente para constatar lo expresado por la empresa en el pedido de quiebra".

El mes pasado Ariel Sáenz, vicepresidente de la firma salteña, había confirmado a El Tribuno que estaban buscando "desprenderse de la unidad de negocios de cuidado personal, que es todo lo que se fabrica en Buenos Aires, para concentrarse en la fábrica instalada en Salta, que produce elementos para el cuidado del hogar".