Sociedad08/10/2018

Laguna Esmeralda, el lugar más visitado del fin de semana en Salta

InformateSalta vivió junto a cientos de salteños la experiencia de conocer este espejo de agua escondido entre los cerros de Lesser. Elegimos pasar un domingo diferente entre compañeros y amigos para hoy contarte como llegar y darte nuestras recomendaciones.

Tras la publicación de InformateSalta que despertó gran interés sobre Laguna Esmeralda, cientos de salteños decidieron emprender viaje y conocer aquel maravilloso lugar escondido entre los cerros de Lesser  y Yacones durante este fin de semana. Parte de nuestro equipo de periodistas compuesto por Isabel Briones, Romina Domínguez y Lorena Celedón, no fueron la excepción y decidieron contar la historia de esta travesía en primera persona.

En primer lugar destacar que el trekking se ha vuelto una de las actividades deportivas más atractivas en Salta por su cantidad de paisajes y lugares a los que sólo se puede acceder a través de caminatas. Apasionados por la naturaleza y el paisaje deciden armar grupos sin otro fin que el de conocer y cuidar el ambiente.

En el caso de InformateSalta fuimos guiados especialmente por un colaborador de un grupo trekking que nos señaló lo que había que llevar para hacer el camino más cómodo: un par de zapatillas extras, otro par de medias, protector solar, comida liviana, agua mineral y un traje de baño. Ninguno de estos elementos resultó inútil.



La experiencia inició el domingo a las 7.30 en Entre Ríos y Sarmiento donde nos juntamos con un grupo de 22 personas dispuestas a llegar a laguna Esmeralda o como realmente se denomina “Paicas”. Desde ahí partimos camino a Lesser para ingresar a ruta provincial 115 y transitar 10,5 km donde encontraba el punto de partida de la caminata – cabe destacar que es recomendable hacer este trayecto en vehículo - .



Ya en el lecho el objetivo es prestar atención al camino pedregoso, estar dispuesto a mojarse los pies para cruzar partes del río que en esta época no reportan mayor dificultad ya que el caudal es mínimo y el agua cristalina. A partir de este momento, el recorrido es en ascenso continuo pero moderado, sin pendientes.



Este trayendo se combina con senderos de tierra con una abundante vegetación típicas de las yungas salteñas. Flores amarillas, lilas, una vegetación que pasaba por toda la gama de verdes, nos deslumbró como caminantes inexpertas. De esta manera, el cansancio lograba amortiguarse gracias al bello paisaje.  



El camino me pareció bastante dificultoso para alguien que no está acostumbrado a hacer senderismo y trekking. Más allá de eso, me pareció hermoso el paisaje que uno puede apreciar durante el recorrido. Por momentos es cansador, porque es bastante largo el trayecto, lo ideal es ir a un ritmo medio” reflexionó Isabel Briones, una de las periodistas de InformateSalta que participó de la experiencia.



Por otra parte, Romina Domínguez dijo: “Es una actividad muy libre pero también de mucha meditación, es conectarse con el espíritu. Intervienen muchos factores mentales, buscas llegar a un objetivo y convivir con el calor, el cansancio, el terreno que cambia todo el tiempo, en mi caso la falta de experiencia, de elementos adecuados. Es algo muy lindo pero que demanda un sacrificio y una preparación”.



Así fue la caminata durante 3 horas, una mezcla de lecho de río, tierra y agua hasta llegar al último trecho que nuestros ojos parecieron imposibles. Ya el sendero empezaba a desaparecer para convertirse en pura piedra cuyo horizonte sólo eran cerros y una aparente planicie. Esta podía convertirse en el GRAN objetivo o sólo en la finalización de una etapa del trayecto. Fueron casi 2 km de caminar con una mezcla de esperanza y cansancio.



Me emocionó mucho el momento de llegada a la laguna, porque uno viene caminando por el río y no se logra ver en dónde comienza la laguna, porque está después de un trayecto en subida. Una vez que uno hace ese tramo de subida, de repente se topa con la laguna, es un segundo muy emocionante. Después de un largo camino, donde uno ya está muy cansado, ver la laguna te reanima el alma” dijo Isabel al recordar ese momento.

“Lo que más me gustó fue el contacto con la naturaleza, es una actividad muy libre pero también de mucha meditación, es conectarse con el espíritu. Intervienen muchos factores mentales, buscas llegar a un objetivo y convivir con el calor, el cansancio, el terreno que cambia todo el tiempo, en mi caso la falta de experiencia, de elementos adecuados. Es algo muy lindo pero que demanda un sacrificio y una preparación” coincidió Romina.



Al llegar al final de esta etapa, ante nuestros ojos se abrió la maravillosa laguna Paicas o también llamada Esmeralda. Un espejo de agua en medio de los cerros que al sol se convertía en una joya de la naturaleza. De fondo barroso pero agua clara, se encontraba protegida por un peñasco y playa de arena. Su profundidad, dicen que es de 2 metros, pero aquellos valientes que osaron tirarse no lograron hacer pie.

Así fue nuestro camino… y la gran pregunta hoy es ¿les costó llegar, es difícil? Y nuestra respuesta al unísono fue “¡Sí! Pero vale la pena la experiencia”.



Me costaron más las partes en subida, porque uno se cansa más, y las partes en donde hay que caminar por el río seco, por  ser tan pedregoso, es mucho más difícil caminar. Lo que más me gustó de la experiencia es poder disfrutar del paisaje y de los amigos. Si bien la laguna es hermosa, uno demora más en el trayecto de ida y de vuelta, entonces es muy bueno poder hacer el paseo con amigos” agregó Isabel.

Mientras que Romina sostuvo que: “Lo que más me costó fue caminar por el lecho del río, las piedras son grandes, puntudas, te casa mucho más y por momentos sentís que caminas muchísimo y no avanzas nada”.



Así como nosotros, cientos de salteños también eligieron esta excursión ayer domingo y quienes conocen el lugar manifestaron su temor acerca de la contaminación del lugar. Ante esto, podemos decir que todos aquellos que estuvieron cuidaron este detalle. La playa donde todos hicieron un pequeño picnic al llegar quedó tal cual la encontramos al descender a las 14.30.



Igualmente, Isabel hizo esta salvedad: "Recomendaría que el circuito esté controlado y no se permita ingresar con camionetas, autos ni motos, porque, si bien el terreno no está preparado para los vehículos, éstos contaminan y afectan a la biodiversidad del lugar ya que asustan a los animales y deterioren el terreno".





Finalmente, después de haber vivido esta experiencia nos animamos a dejarles algunas recomendaciones a quienes decidan realizar este camino:

  • Ir acompañado de alguien que sepa el camino para evitar perderse. El camino no está marcado.
  • Estar físicamente preparados, llevar un calzado específico para éste tipo de actividades, ya que mucha parte del recorrido es pedregoso, y el impacto con las piedras puede hacer doler los pies.
  • Llevar agua, alimentos livianos y frutas para recuperar las fuerzas.
  • No recomendable para personas mayores ni tampoco para niños, en el caso de ir caminando.
  • Llevar protector solar y gorra ya que no hay mucha sombra durante el trayecto.
  • Repelentes de mosquitos para evitar picaduras.
  • Lo ideal es ir en grupo, mantener el buen ánimo, no separarse…
  • Cuidar el medio ambiente y no dejar basura. 

¡Y tener realmente muchas ganas de hacerlo!